Después de todo, el empleo como auto de patrulla de un Ferrari 340 GTS, valorado en US$250.000, es un lujo que muy pocas fuerzas del orden del mundo se pueden dar.En este caso, sin embargo, se trata de un vehículo confiscado a un conocido narcotraficante: Hernando Gómez Bustamante, alias "Rasguño", uno de los líderes del cartel del Norte del Valle.
Y la decisión de poner el lujoso auto al servicio de la policía, anunciada esta semana, es un ejemplo de la nueva forma en la que el gobierno colombiano quiere manejar los bienes incautados al narco.