El 30 de enero pasado fue inaugurado oficialmente el Puente Ingeniero Jorge Matute Remus en Guadalajara, México. La infraestructura, de una longitud de 930 metros, se construyó en dos años y se transformó en el primer puente con tirantes que funciona suspendido en el aire. Más información e imágenes a continuación.
Según Fernando Zamorano, director de FZB Diestra (contratista general de la obra) la idea de estar suspendido sobre la calle en la mayor parte de su longitud, tiene que ver con el concepto de aislamiento pendular que esto implica: “atravesar la ciudad sin tocarla”.
De esta manera el puente, colgado través de cables y “aislado” del suelo, parece ser menos vulnerable frente a un movimiento sísmico; el sistema de sus apoyos busca que estos reciban principalmente los esfuerzos verticales y no el sismo.
Esta operación permite además generar un espacio urbano bajo la estructura, que incluye mobiliario y jardines recreativos, una pista de trote y zonas de skate. Así se completa el objetivo de sus arquitectos, se levanta un nuevo hito urbano para la ciudad que evita el típico espacio residual inferior, disminuyendo sus pilares al máximo y entregándole un espacio a la comunidad para su convivencia.
El proyecto tuvo que pasar por un análisis estructural exhaustivo y fue un reto para sus calculistas, además de tener un elevado costo de 500 millones de pesos (mdp) que generó un gran debate en torno a su construcción.