En cualquier sitio

Una de las cosas que más me gusta de haber cambiado los pinceles por las agujas es poder trabajar casi en cualquier sitio. Desde un avión hasta el banco de un parque. En la playa no, ya he probado pero no me resulta cómodo y además me deslumbra el sol.

Me gusta tener siempre entre manos algo que pueda coser sin necesidad de mesa, ni máquina de coser, ni grandes espacios, y que sea fácil de transportar. Para esta fase del proyecto que me he traído a nuestro pisito de alquiler, con un sofá me vale. Así que aquí estoy, cosiendo a mano cuadrados y cruces.

Y dándole vueltas a la cabeza y a la mano sobre el papel para preparar cosas nuevas. ¡A ver si vuelvo a casa con un montón de planes y bocetos!

¡Buen fin de semana!