El régimen ha tomado represalias contra Armando Torres Pozo y su hijo de cuatro años de edad, Lesiat Torres Carrión, con parálisis cerebral y por quien se realizó una campaña de recogida de fondos, que fuera impulsada por Yusnaby Post y Diario de Cuba.
Vecinos de Lesiat y su padre en el reparto Veguita de Galo, Santiago de Cuba, confirmaron que Torres Pozo está recibiendo presiones de las autoridades “para intimidarlo y hacer que se niegue a recibir la ayuda” recogida en la campaña.
A la casa de Armando Torres Pozo, fueron una fiscal, funcionarios de Vivienda, Planificación Física, Salud Pública, trabajadores sociales y agentes de la Seguridad del Estado. Le dijeron que no debió hablar con opositores ni periodistas independiente y lo amenazaron con quitarle la custodia del niño.
Al parecer para dejar claras sus intenciones, las autoridades del régimen se llevaron al niño al hogar de ancianos América Labadí, ubicado en el reparto Antonio Maceo, indicó una vecina en Santiago de Cuba, que pidió el anonimato.
Según esta vecina, el pretexto de las autoridades habría sido que la vivienda de Lesiat y su padre, severamente dañada por el huracán Sandy en 2012, no posee las condiciones necesarias para el niño, con problemas auditivos y respiratorios, entre otros.
“Dijeron que el polvo le hace daño a Lesiat. La gente de Vivienda y Planificación Física quedaron en repararle la casa. Es indignante que hayan demorado cuatro años en darse cuenta de las condiciones en las que viven”, dijo la vecina.
Sardiñas Sañú, el periodista independiente que denunció las condiciones de vida de esta familia extremadamente pobre en Santiago de Cuba, dijo además que este jueves el niño tuvo que ser trasladado al hospital infantil conocido como La Colonia, porque “se ahogaba” debido los “problemas de ventilación” del hogar de ancianos.
Tras las represalias de las autoridades, Torres Pozo rechazó hacer declaraciones sobre su situación y la de su hijo.
Torres Pozo, de 63 años, cría a Lesiat en solitario. Ha intentado trabajar como cuentapropista vendiendo frituras y limpiando zapatos, pero los impuestos demasiado altos, las escasas ganancias y la atención a tiempo completo que necesita su pequeño lo han obligado a quedarse en casa.
Esta familia recibe una ayuda estatal del equivalente a unos seis dólares al mes. Torres Pozo debe invertir la mitad de ese dinero en medicinas.
Pese a sus problemas de salud, hasta ahora Lesiat no ha recibido una dieta para mejorar su alimentación. Torres Pozo ni siquiera tiene una cocina para preparar los alimentos de su hijo.
Dado el interés que despertó el caso de Lesiat y su padre en solo 24 horas, los participantes donaron 703 euros.
A pesar de que el dinero recaudado aún no ha llegado a sus destinatarios debido a los tiempos propios del sitio en internet de la campaña, “desde la publicación del resultado de la campaña a la casa va todos los días una comisión de funcionarios”, dijo Sardiñas Sañú. “Además, se nota cierta tensión en el reparto Veguita de Galo” por la vigilancia de la Seguridad del Estado.
Con información de Diario de Cuba y Diario Las Américas.
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