La farmacéutica Johnson & Johnson anunció el pasado jueves que, en 2023, suspendería la venta de sus polvos de talco para bebé en todo el mundo, dos años después de hacerlo en Estados Unidos y Canadá, acuciada por miles de denuncias sobre la seguridad del producto. La empresa sustituirá el talco por almidón de maíz en este producto después de que la empresa haya recibido 38.000 demandas en las que se vincula su uso a largo plazo con el desarrollo de cáncer, algo que la compañía niega. En una breve nota la empresa explica que ha tomado la “decisión comercial” de sustituir el talco por almidón de maíz en este producto infantil, después de recibir miles de demandas que vinculan su uso a largo plazo con el desarrollo de cáncer, aunque ha continuado negando que esa sea la causa.
A finales de 2018 aparecieron en Reuter informaciones que apuntaban a que J&J sabía desde hacía décadas que sus polvos de talco contenían asbesto, un mineral de composición y caracteres semejantes a los del amianto y con efectos nocivos para la salud. Desde entonces, J&J se ha enfrentado a miles de demandas en las que se acusa al fabricante de haber contribuido al desarrollo de cáncer de ovario de las consumidoras, un extremo que la empresa rechaza y que cada año le ha llevado a gastar millones de dólares en litigios.
“Nuestra posición sobre la seguridad de nuestro talco cosmético sigue sin cambiar. Defendemos firmemente las décadas de análisis científicos de expertos médicos de todo el mundo que confirman que el polvo de talco para bebé Johnson's es seguro, no contiene asbesto y no provoca cáncer”, ha declarado la firma.
La empresa afronta otros problemas judiciales en EE.UU. y acepta pagar millones de dólares a varios estados, en conjunto con otros grandes distribuidores de medicamentos, por su responsabilidad en la crisis de los opioides.