¿Viste alguna vez esos que te llevan tan al límite y que podrías estrangularlos en sueños sin que tu almohada se enterara? Existen, no sos zombies, moran donde quiera que te encuentres, lanzan eructos impares y te los endosan a media cuadra.No se acercan, tiran la jabalina con medio pie afuera del árbol.¿Ratas? No. Micro- humanos despedidos de su propio territorio, llegan a cargarte la vida.Y vos como un tonto les abrís la puerta del costado y se te llevan las sillas. Caes de culo y te invade el ridículo en la médula osea.El coxis deja de aparearse.Y quedás autista por tiempo indeterminado.No son fáciles de reconocer, son buenos bipolares, se sacan los mocos y se los tragan al mismo tiempo.Te vomitan excusas y son expertos en esta serie de palabras de uso inútil
- vos sabías con quien te metías- dejame ser- las cosas son de a dos- y nada- estoy a full- me hago cargo- si no te gusta tenés la puerta- amigos me sobran- tomémonos un tiempo- te amo en la distancia- ponele- no recibí tu mensaje- dejemos fluir- el fluor me mata- soy adicto a vos- el tiempo todo lo cura- gracias a Dios- jamás fui tan sincero- no me merecés- de una- vos no estás bien- no te careteoBordean el límite de los límites y sin caer te psicopatean 48 horas de 24. Reclaman presencia a deshoras.Y cuando los llamas no te atienden.Si te los topas no tendrás ningún 0800 a donde quejarte.Lo pagarás muy caro.No digas que no te avisé. Ni tampoco que no te dije que ésto pudiste no haberlo leído, hay textos mejores.
Foto de un monasterio en Grecia a punto de caerse.