Ser transportista no es fácil. Horarios estrictos que cumplir, jornadas maratonianas y el estrés que conlleva transportar mercancías hasta un destino son algunas de las dificultades típicas. La DGT ha emitido una nota de prensa en la que se detallan las infracciones más comunes dentro del gremio, y el exceso de horas al volante o los problemas encontrados en el tacógrafo son las que más se producen.
El tacógrafo es una gran herramienta para controlar irregularidades, entendiéndose por ello que registra las velocidades máxima y media, los tiempos de espera, las RPM, kilómetros recorridos, frenadas bruscas o grandes aceleraciones… y a partir de ello se pueden sacar conclusiones de cómo ha ido el viaje. Si se han hecho demasiadas horas (fácilmente calculable a partir de velocidades y kilómetros recorridos, más tiempos de ralentí), o si ha habido alguna incidencia destacable, quedará todo registrado.
El exceso de horas como consecuencia de la alta exigencia
Sin querer levantar el dedo acusador, porque no dispongo de datos, se me ocurre pensar que el exceso de horas, siendo algo que se puede comprobar muy fácilmente, esté debido a las exigencias de horario que se deben cumplir. No hay que ser un lince para llegar a la conclusión de que los transportes por carretera deben cumplir plazos estrictos para ser lo más rentables posible. Este exceso de horas repercute negativamente, como sabemos, en la condición del conductor y puede ser una fuente de contratiempos.
En la página del Ministerio de Fomento podemos encontrar detallado los tiempos de descanso obligatorios, y si tenemos en cuenta que está permitido un máximo de cuatro horas y media de conducción ininterrumpida (con un máximo de 9 horas al día, ampliable a 10 horas en algunos casos), nos damos cuenta de que las jornadas deben ser agotadoras. Y eso, sin hacer horas extras (prohibidas, igual que los incentivos por kilómetros recorridos o “marcas” de tiempo).
Aún así, el exceso de horas es claramente uno de los casos más sancionados. ¿Por qué? No puedo responderlo.
Trucar el tacógrafo… algo muy viejo y perseguido
Tacógrafo analógicoEl trucaje del tacógrafo está muy ligado al exceso de horas (se trucan para poder hacer más horas sin que se registre el suceso), pero también a las velocidades alcanzadas, por ejemplo. Los métodos para hacerlo son múltiples, secretos y por supuesto, totalmente ilegales. Tanto que se recurre a formas algo estrambóticas para lograr trucar el tacógrafo. Para muestra, un botón (de la Voz de Galicia):
El modo en el que se realizan estos trucajes es el que lleva a los investigadores a sospechar de que puede haber una especie de organización que se encarga de coordinar los trabajos para manipular los tacógrafos. Según pudo saber La Voz, se sospecha que los interesados en el trucaje llaman a un número de móvil que va variando para no dejar rastro de las llamadas. El interlocutor dice el precio del servicio, unos 1.500 euros, e indica al camionero los pasos a seguir, dónde dejar el vehículo y a qué hora recogerlo. Nunca hay contacto entre las partes.
Digno de Los Soprano. Lo que ya no es digno de nada es el peligro potencial de circular más horas de las permitidas, o a velocidades superiores a las recomendables (y permitidas). Eso ya no es divertido. Por eso, las sanciones impuestas me parecen de lo más normal, más que nada porque el dispositivo de control que la Dirección General de Tráfico ha llevado a cabo ente el 11 y el 17 de febrero ha dado como resultado 5.522 conductores de los 24.000 controlados. Un 23% de conductores de camión sancionados. Y me parece muchísimo. Podéis ver toda la información y el desglose de los datos de denuncias en el enlace final.