Aunque a lo mejor sería más real decir: “En el centenario del nacimiento de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno“.
Creo que es la segunda vez que empiezo la casa por el tejado, o lo que es lo mismo, por la biografía del autor, pero es que Juan Rulfo se lo merece y con creces.
Bueno, en relación a su nombre nos quedamos mejor con Juan Rulfo. Nació el 16 de mayo de 1917. Él sostuvo que esto ocurrió en la casa familiar de Apulco, Jalisco, aunque fue registrado en la ciudad de Sayula, donde se conserva su acta de nacimiento. Vivió en la pequeña población de San Gabriel, pero las tempranas muertes de su padre (1923) primero, y de su madre (1927) poco después, obligaron a sus familiares a inscribirlo en un internado en Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.
Durante sus años en San Gabriel entra en contacto con la biblioteca de un cura (básicamente literaria) depositada en la casa familiar, y recordará siempre estas lecturas, esenciales en su formación literaria. Algunos acostumbran destacar su temprana orfandad como determinante en su vocación artística, olvidando que su conocimiento temprano de los libros mencionados tendría un peso mayor en este terreno.
Una huelga de la Universidad de Guadalajara le impide inscribirse en ella y decide trasladarse a la ciudad de México. La imposibilidad de revalidar sus estudios hechos en Jalisco tampoco le permite ingresar a la Universidad Nacional, pero asiste como oyente a los cursos de historia del arte en la Facultad de Filosofía y Letras. Se convierte en un conocedor muy serio de la bibliografía histórica, antropológica y geográfica de México, temas que un estudio minucioso de su obra literaria y fotográfica permite rastrear en las mismas, además de los textos y la labor editorial que les dedicó. Durante buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país, trabaja en Guadalajara o en la ciudad de México y comienza a publicar sus cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La primera de ellas significa su confirmación como escritor, gracias al apoyo de su gran amigo Efrén Hernández. En estos mismos años se inicia como fotógrafo, dedicándose de manera muy intensa a esta actividad, publicando sus imágenes por primera vez en América en 1949.
Juan Rulfo
A mediados de los cuarenta inicia una relación amorosa con Clara Aparicio, de la que queda el testimonio epistolar. Se casa con ella en 1948 y los hijos comienzan a aumentar su familia poco a poco. Abandona su trabajo en una empresa fabricante de neumáticos a principios de los cincuenta y obtiene en 1952 la primera de las dos becas consecutivas que le otorga el Centro Mexicano de Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien fue sin duda la persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 El Llano en llamas (donde reúne siete cuentos ya publicados en revistas e incorpora otros nuevos), y en 1955 Pedro Páramo, ambas obras propuestas por Rulfo como sendos proyectos en sus dos períodos como becario del Centro.
A partir de la publicación de estos dos libros el prestigio literario de Rulfo habrá de incrementarse de manera constante, hasta convertirse en el escritor mexicano más reconocido en México y el extranjero. Entre sus admiradores se cuentan Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass, Susan Sontag, Elias Canetti, Enrique Vila-Matas y muchos otros, para mencionar sólo el mundo de las letras. Sus lectores en las más diversas lenguas se renuevan continuamente, por lo que se le considera ya un clásico.
Pero vamos a repasar tres de sus obras más importantes.
Pedro Páramo
Cubierta de: ‘Pedro Páramo’
“Desconcertante, lista a inquietar a la crítica, está ya en los escaparates la primera novela de Juan Rulfo, Pedro Páramo, que transcurre en una serie de transposiciones oníricas, ahondando más allá de la muerte de sus personajes, que uno no sabe en qué momento son sueño, vida, fábula, verdad, pero a los que se les oye la voz al través de la ‘perspicacia despiadada y certera’ de tan sin duda extraordinario escritor.” Con estas palabras iniciaba Edmundo Valadés la primera reseña de Pedro Páramo, aparecida el 30 de marzo de 1955 y conservada por Rulfo entre sus papeles.
Novela gestada largamente por un escritor con fama de poco prolífico y que aunó la propia tradición narrativa hispanoamericana con los principales renovadores de la occidental: Joyce, Faulkner, Woolf… Novela rica, apasionante como pocas, que arrastra al lector del desconcierto a la sugestión. Esta edición ofrece el texto definitivo de Pedro Páramo, corregido por la Fundación Juan Rulfo.
El libro:
Pedro Páramo ha sido publicado por la Editorial RM y la Fundación Juan Rulfo. Encuadernado en rústica, tiene 132 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
El llano en llamas
Cubierta de: ‘El llano en llamas’
Esta colección contiene 17 cuentos publicados por Juan Rulfo a partir de 1945, cuando aparece “Nos han dado la tierra” en las revistas América y Pan. Rulfo comenta los relatos que sigue escribiendo en cartas a su novia Clara Aparicio. En 1951 se publica el séptimo en América, “Diles que no me maten” (Elías Canetti lo consideraba uno de los mejores de la literatura universal y Gunther Grass es otro admirador del mismo). Gracias a la primera beca que recibe del Centro Mexicano de Escritores puede terminar los ocho que aparecerán con los previos en 1953, en el libro titulado —por otro cuento— El Llano en llamas, dedicado a Clara. Dos relatos más, aparecidos en revistas en 1955, serán incluidos en 1970. Sus cuentos fueron considerados por Rulfo como su aproximación a Pedro Páramo, en particular “Luvina”. Enrique Vila Matas dice de éste que es “el mejor relato que he leído en mi vida”. (Texto definitivo de la obra establecido por la Fundación Juan Rulfo).
El Libro:
El llano en llamas ha sido publicado por la Editorial RM y la Fundación Juan Rulfo. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 172 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
El gallo de oro
Cubierta de: ‘El gallo de oro’
Obra considerada por Juan Rulfo como una “novela” o un “cuento”. Las primeras noticias llegaron a la prensa en octubre de 1956, en el contexto de la producción cinematográfica. En enero de 1959 se registró el texto mecanografiado, a partir del manuscrito de Rulfo, en una oficina para estos trámites. La presente edición partió de ese mecanoescrito, corrigiendo errores presentes en la edición hasta ahora conocida.
Contiene ensayos de José Carlos González Boixo y Douglas Weatherford, expertos en el tema; un texto inédito en donde Rulfo presenta a la oficina de registro un resumen de la historia con el título “De la nada a la nada”; así como el texto escrito por Rulfo para La fórmula secreta. Texto definitivo de la obra establecido por la Fundación Juan Rulfo.
El libro:
El gallo de oro ha sido publicado por la Editorial RM y la Fundación Juan Rulfo. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 155 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo que reproduce un programa de radio en el que intervienen Adela Castro, Tomás Mojarro “el valedor”, Catalina Noriega, Hector Martinez Serrano, Mario Mendez, Manelic, Liliana Marina, radio centro, desde Mexico; noticias, editoriales, analisis, cultura, musica, comentarios y anécdotas.
Para saber más:
http://juan-rulfo.com/