En El Corazón De Italia.

Bajo las estrellas en una fría noche de Verona, abrumada por tanta belleza; mi alma sonríe y canta abrazada por los ríos y montañas.

En Roma, por ver una hoja de terciopelo, porque las calles tengan tanto arte que hasta hablen solas; de querer entrar en un portal que no es… Corriendo, perdiendo trenes y luego… que este tren no era, por tantas mariposas.

Florencia, por estar en el puente con su atardecer más bonito que jamás he visto. Las calles de mierda donde la maleta no rueda; las cervezas de oro de 6 euros que siempre colocan. La gente que no sabe centrar las fotos y que si esto no lo encuentro entre tanto desorden.

Ilusionadas, impacientes, por más; por una tarde de música y gente. Cansadas, corriendo, con sueño, comiendo a las 7 de la tarde en un restaurante donde todos ya cenan; esas invitaciones a ir a Escocia e ideas para el próximo viaje. Por oír a tanta gente gritando libertad y amor en Bolonia.

Las antiguas y hermosas calles de Verona; donde “no sabes donde te has metido” lloviendo, con frío. Sí… pero después todo es increíblemente precioso y despejado. Ese relax y descanso necesario que te lo hace ver todo más bonito.

Aprendiendo, soñando, viviendo.

Increíble me viene a la mente.

Cantando, riendo, felices.