Páginas: 384
ISBN: 9788467548174
Precio: 15,95 €
Nunca habría sentido interés por esta novela si no fuera por mis compañeros de El Tiramilla, que me la vendieron muy bien. Tanto les gustó, que hasta lo consideraron el mejor libro juvenil publicado en 2011 (y sé lo mucho que costó elaborar ese ranking). Así pues, con una recomendación tan entusiasta y de gente con criterio, no me quedó otra alternativa que leerlo y comprobar por mí misma las maravillas de esta obra de Carmen Pacheco. Empezar a leer con las expectativas altas a veces resulta contraproducente; no obstante, en esta ocasión no me he decepcionado en absoluto.
Carmen Pacheco
Carmen Pacheco (1980) es una publicista y escritora almeriense con una larga trayectoria en la red. En su momento llevó la web Egoismo.com y desde hace unos meses escribe para la revista SModa de El País, donde primero se encargó de los originales Memoramas y en la actualidad nos cuenta sus descubrimientos en Sujeto de pruebas. Además, realiza los guiones de las tiras Divas de diván, dibujadas por su hermana Laura, y hace poco ambas publicaron su primer cómic en papel, Let’s Pacheco! Una semana en familia, una historia inspirada en su entorno familiar y cargada de sentido humor. En su vertiente como novelista, Carmen ha publicado tres novelas juveniles: Misterioso asesinato en Oz (Premio Leer es Vivir 2007), Tres veces la mujer de gris (2008) y En el corazón del sueño (2011), estas dos últimas finalistas del prestigioso Premio Gran Angular.Sinopsis
Celeste, Mónica y Lucas sueñan. Pero no sueñan como cualquiera: tienen sueños lúcidos, con lo que en todo momento son conscientes de estar soñando y pueden hacer y deshacer a su antojo en ese particular mundo onírico. Así, Lucas monta a caballo en medio de un paisaje inspirado en el universo Tolkien, Mónica combate el aburrimiento con el boxeo y Celeste sueña con Él, el chico imaginario del que está enamorada.Aunque los sueños los unen, los tres amigos no pueden ser más diferentes entre ellos: Celeste, la protagonista, es bastante solitaria, tiene tendencia a la autocompasión y solo se siente llena en sueños; Mónica se puede considerar su polo opuesto, una chica alegre y espontánea que siempre transmite buen rollo; finalmente, Lucas es el más joven del grupo, un adolescente inteligente y con aficiones poco comunes entre los chavales de su edad. Precisamente él introduce en el grupo a Jonás, el único compañero al que se ha atrevido a revelar su secreto.
Todo parece ir como siempre hasta que una pesadilla irrumpe en sus sueños y en los de toda la ciudad. Celeste, Mónica, Lucas y Jonás deberán reunirse para encontrar la manera de luchar contra ese tentáculo gigantesco que los expulsa de los sueños y les impide controlarlos como antes. Mientras lo hacen, descubrirán que la frontera entre la realidad y el mundo onírico es más frágil de lo que creían.
Comentario personal
A veces no hace falta buscar en el mercado anglosajón para encontrar novelas de calidad y al mismo tiempo sorprendentes. Si hace un año os hablaba de Fernando Alcalá (Ne obliviscaris) y Carmen Fernández Villalba (Luzazul), ahora le llega el turno a Carmen Pacheco, una autora joven de la que estoy segura que oiremos hablar mucho y muy bien en los próximos años. En el corazón del sueño ha sido mi primer contacto con su obra (si obviamos el cómic que publicó junto a su hermana) y en él he encontrado cualidades como las que señalo a continuación:- Su planteamiento es de lo más original: cuatro chicos se reúnen para soñar y luchar contra la pesadilla que invade los sueños de toda la ciudad. Se alternan fragmentos de la vida cotidiana y de los sueños, con un cambio de tipografía que evita cualquier confusión. Esta mezcla de fantasía y realidad me parece un recurso atrevido, puesto que juega a la vez con tramas fáciles de identificar en nuestro presente (tendencia a deprimirse, dificultad para hacer amigos, relaciones con gente de personalidad muy distinta a la nuestra…) y elementos imaginarios que lo hacen más atractivo para los lectores que aborrecen la literatura realista.
- Trata un tema interesante: el complejo universo onírico. No sé vosotros, pero yo apenas he leído novelas que hablen de los sueños (ahora mismo solo recuerdo Sueña, una historia muy bonita que también combina fantasía y realismo) y me ha gustado encontrarlos aquí. Aunque en el argumento haya elementos irreales, se nota que la autora se ha documentado para contarnos qué son los sueños lúcidos, de modo que su lectura también resulta enriquecedora porque nos introduce en una esfera curiosa. En lo relativo a los sucesos que se desarrollan, los acontecimientos de los sueños se acoplan perfectamente a los del mundo real y Carmen Pacheco sabe sacarles partido, tanto estéticamente (los describe de una forma bastante visual) como por su significado.
- Los personajes carecen de tópicos y su caracterización es excelente. Para empezar, Celeste ronda los veinte años (una edad poco común en la literatura juvenil), se quiere poco y debe pasar por una evolución; su papel consigue que el lector se identifique con ella y absorba la energía que desprende con su cambio de actitud. Por otro lado, Mónica es su polo opuesto, la chica alegre y simpática que siempre va bien vestida; con su personaje aprendemos que no hay que juzgar a los demás por sus apariencias y que incluso las personas poco afines a nosotros pueden convertirse en buenos amigos. Finalmente, Lucas y Jonás son los más jovencitos, el primero posee una gran inteligencia y el segundo digamos que es más normal; ambos caen bien, pero personalmente me han convencido más las chicas. En cualquier caso, el hecho de reunir a gente tan dispar (en edades y en carácter) me gusta, hace más rica la novela.
- La historia transmite valores: amistad, trabajo en equipo, abandono de la actitud autocompasiva, fuerza de voluntad… No hay que asustarse, no los expone en forma de moralina, sino que se entrevén en esta trama tan curiosa y cercana a la vez. Además, se encuentran en un contexto creíble entre los jóvenes (por ejemplo, se habla de porros sin tapujos), por lo que no tiene nada de ñoño o idealizado. En mi opinión, En el corazón del sueño posee lo que todas las novelas juveniles deberían tener: creatividad, emoción y principios.
- Hay una gran diversidad de géneros que hacen que el conjunto sea más complejo y llamativo: la fantasía de los sueños, el realismo del día a día, la intriga de la pesadilla en la que se involucran los protagonistas, el amor bonito y creíble de Celeste… No voy a decir que por ello puede gustar a más tipos de lectores, puesto que quienes aborrezcan la fantasía se atragantarán con algunos sueños y quienes busquen una historia exclusivamente romántica querrán algo más de lo que hay aquí; no obstante, este surtido de ingredientes lo hace más atrayente a mis ojos y pienso que con la alternancia del romance, el misterio y la amistad se contribuye a mantener el ritmo y el interés.
- El estilo de Carmen Pacheco está francamente bien: una prosa magnífica, con fragmentos bellísimos y descripciones que me trasladaron al escenario de los hechos de inmediato. Tanto en los diálogos como en la narración me pareció brillante y amena, sin ser en absoluto simplona. Todavía no tiene un largo recorrido en la literatura, pero se nota que sabe escribir y se siente cómoda al hacerlo. En cuanto al gancho, va en consonancia con lo que me transmitió la historia: a medida que avanza me fue atrapando más y más.
En definitiva, estoy encantada con este equilibrio perfecto de sentimientos y aventuras. Lo he terminado entre emocionada y alegre, un poco como la propia Celeste, de modo que puedo aseguraros que en mi caso me ha llegado mucho. Por si fuera poco, hay muchos momentos que quedan para el recuerdo y hacen pensar, como la conversación de Celeste con la abuela de cierto personaje y el sueño en el que los chicos llevan a cabo la misión. Como podéis comprobar, a pesar de la apariencia infantil y fantasiosa de la sinopsis (por aquello del tentáculo gigante), en la práctica se trata de una historia muy humana y madura.
El único punto negativo que señalo se refiere a las cien primeras páginas, que no me cautivaron tanto como lo que vino después porque el contraste entre la parte real y la onírica me resultó demasiado brusco (en concreto, me refiero a las recreaciones inspiradas en Tolkien y demás. Es una percepción muy personal: me transmiten más los sueños inquietantes y los que parecen reales, no estas construcciones llenas de elementos ilusorios). De todos modos, insisto: mejora a medida que avanza, se vuelve mucho más realista y cercana e incluso esos tentáculos tienen una razón de ser.
Conclusión
A pesar de ese arranque con el que me costó conectar, he terminado la novela más que satisfecha y no puedo hacer otra cosa que recomendárosla de corazón: si os gusta la literatura juvenil, tiene que estar entre vuestras lecturas obligadas; y si sois de los que solo leéis novelas de este tipo ocasionalmente, esta debe ser una de las elegidas. No tengáis prejuicios: la buena literatura para jóvenes también gusta a los adultos y Carmen Pacheco derrocha talento y frescura. Tenéis por delante una historia maravillosa, bien contada y rica en contenidos; si os ha llamado la atención, podéis empezar a leerla aquí.Mi valoración: 8/10