Revista Diario
Hace unos días seguí un debate sobre la legalización de la prostitución en un canal que no acostumbro a poner y un programa que no acostumbro a mirar. Pero me llamó la atención los tertulianos (excepto uno que ni nombro): un cantante-tertuliano, una exprostituta de lujo-escritora, una concejala, una política-tertuliana y una abogada. Unos a favor y otros en contra de la prostitución.El debate se iba intercalando con reportajes sobre prostitución: de lujo, de calle, la marginación que conlleva, problemas con los vecinos, las mafias… En el plató también había testimonios sobre el tema. Aquí es cuando no pude creer lo que estaba viendo y oyendo. Un energúmeno con una camiseta que ponía “la prostitución un bien social” o algo parecido, dijo la siguiente barbaridad: “gracias a las prostitutas, no hay tantas violaciones”. Cuando los tertulianos se echaron las manos a la cabeza reprochándole semejante salvajada, se le preguntó directamente si él sería capaz de violar si no pudiera acudir a las prostitutas. Y dijo que sí, que él violaría.En este punto mi mundo se derrumbó. No puedo creer aún esto. Primero, la reacción del presentador y del programa: sólo se le prohibió no volver a hablar. Ni se le echó del plató, ni se llamó a la policía ni nada. Para mí este hombre es un delincuente, un violador en potencia. En segundo lugar, dejé de ver el programa y me quedé en el sofá, llena de rabia e impotencia. Parece ser que esto de la libertad de expresión va más allá de cualquier límite. ¿No es delito el que hace apología del nazismo? ¿Lo que hizo este desgraciado no está tipificado como delito? ¿Puede ir por el mundo soltando esta atrocidad y que no le pase nada? También pensé en lo que algunos llaman “la España profunda”. Esta es la España profunda, de la ignorancia y de la brutalidad. ¿Habrá muchos como él? Lo más chocante es que el tipejo empezó diciendo que él amaba a las mujeres, a las prostitutas, bla, bla, bla… Un misógino fuera de lo común. ¿Cuánta rabia y odio hay que tener hacia las mujeres para tener este pensamiento? Me fui a dormir muy triste. Estamos en 2012 y, realmente, hemos avanzado poco. Hemos conseguido cosas, pero esto es muy lento. La violencia hacia las mujeres es brutal, en todos los aspectos: físico, verbal… Sólo oímos hablar de programas, de estadísticas, pero, ¿cuál es la realidad? ¿Quién puede hacer algo al respecto? Pues yo creo que el poder está en las manos de los que mandan. Son los únicos que pueden endurecer las leyes, pero de verdad, no de boquilla. Aparte de esto, son los únicos que pueden dar los recursos en todos los aspectos: educación, sociedad, trabajo… Y luego es trabajo de todos no permitir que el machismo, la misoginia, el odio y el desprecio hacia las mujeres no se siga transmitiendo de generación en generación. Difícil, pero no imposible.