Revista Solidaridad

En el "Día Internacional de tolerancia cero con la mutilación genital femenina" se hace llamamiento ante los 3 millones de niñas en riesgo de sufrirla

Por Fat
La mutilación genital femenina afecta, en la actualidad, a alrededor de 140 millones de niñas y mujeres, y cada año más de 3 millones de niñas corren riesgo de sufrirla, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración hoy lunes del “Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina”, una fecha que se celebra cada año para sensibilizar a la sociedad acerca de esa práctica.
La OMS dedica este año una atención especial a la preocupante tendencia de que sean los propios prestadores de atención de salud quienes realicen la mutilación genital femenina, contribuyendo de ese modo a legitimarla y mantenerla. Esta Organización se ha comprometido a erradicar este tipo de prácticas en el plazo de una generación, y a ese efecto realiza actividades de divulgación, investigación y orientación dirigidas a los profesionales de la salud y los sistemas de salud.
Las actividades de la OMS para eliminar la MGF se centran en: medidas de promoción: publicaciones y creación de instrumentos que fomenten las actividades internacionales, regionales y locales destinadas a acabar con la MGF en una generación; investigación: adquisición de conocimientos sobre sus causas y consecuencias, la forma de eliminarla y la atención a quienes la han sufrido; y orientación a los sistemas de salud: elaboración de materiales formativos y directrices para los profesionales sanitarios que los ayuden a tratar y aconsejar las mujeres que han sufrido estos procedimientos.
La mutilación genital femenina se practica en la mayoría de los casos se practican en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años. Suele ser una práctica habitual en, al menos, 28 países de África, donde se estima que un 92, 5 millones de niñas y mujeres, desde los 10 años han sido víctimas de la MGF. Sucede, igualmente, en otros países de Asia y Oriente Medio, y se lleva a cabo en todos los niveles educativos, en todas las clases sociales y entre muchos grupos religiosos (musulmanes, cristianos, animistas), pese a que ninguna religión la contempla como obligatoria. Este tipo de prácticas se consideran una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres.
Se consideran mutilaciones genitales femeninas todos los procedimientos que entrañen la ablación parcial o total de los genitales externos femeninos o la lesión de los órganos genitales femeninos que no respondan a razones médicas. La mutilación genital femenina carece de beneficios conocidos para la salud, pueden producir hemorragias graves, infecciones, problemas urinarios e incluso la muerte, y más tarde pueden causar complicaciones del parto y la muerte del recién nacido, todo ello asociado a una serie de riesgos a corto y largo plazo para la salud física, mental y sexual, y para el bienestar.
Desde Sociedades Científicas como la Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria se recomiendan diez propuestas para tener en cuenta en el primer nivel asistencial al ser la puerta al sistema sanitario y, por tanto, donde se pueden detectar posibles casos entre la población inmigrante: establecer programas formativos para profesionales; conocer las niñas en riesgo; aproximación a la MGF desde todos los puntos de contacto (medicina general, pediatría, gineco-obstetricia, etc.); indagar la actitud de los padres frente a esta práctica; informar y educar sobre la anatomía de los genitales femeninos y las consecuencias de las MGF; informar sobre la legislación vigente en España, aunque la MGF se realice fuera del territorio español; estar atentos ante la proximidad de un viaje a África de la niña; informar sobre la obligación de denunciar en caso de MGF; mantener presencia divulgativa mediante carteles, pósters, etc.; y reforzar la decisión de no mutilar y de retorno de sus hijas.
-Respuesta internacional
En 1997, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una declaración conjunta con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) contra la práctica de la MGF. En febrero de 2008 se hizo pública una nueva declaración con el apoyo de más organismos de las Naciones Unidas en la que se abogaba por un aumento de las actividades de promoción del abandono de la MGF.
En la declaración de 2008 se documentan nuevos datos acerca de la práctica recopilados a lo largo de los últimos diez años, se destaca el reconocimiento cada vez más amplio de sus dimensiones legales y de su relación con los derechos humanos, y se aportan datos sobre su frecuencia y alcance. Asimismo, se resumen las investigaciones sobre las causas de su persistencia, la forma de detenerla y sus efectos perjudiciales para la salud de las mujeres, las niñas y los recién nacidos.
Desde 1997 se han hecho grandes esfuerzos para luchar contra la MGF a través de la investigación, del trabajo con las comunidades y del cambio de las políticas públicas. Los progresos realizados a nivel tanto internacional como local constan de: una participación internacional más amplia en la eliminación de la MGF; la creación de organismos internacionales de seguimiento y la adopción de resoluciones que condenan la práctica; la revisión de los marcos legislativos y un apoyo político creciente a su eliminación, y en algunos países, la disminución de la práctica de la MGF y el aumento del número de mujeres y hombres de las comunidades afectadas que se declaran a favor de su eliminación. Las investigaciones revelan que si las comunidades afectadas decidieran abandonarla, la MGF podría eliminarse muy rápidamente.

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