Revista Opinión

En el fondo nos gusta la censura y estamos contra la libertad de expresión

Publicado el 05 marzo 2017 por Elblogderamon @ramoncerda

Busco una explicación coherente pero no acabo de encontrarla, al menos no una que me satisfaga por completo. Lo que cada vez me queda más claro es que en el fondo nos gusta la censura. Sí, la censura, eso que todos criticamos y, cuando lo hacemos, al menos los que ya tenemos una edad, nos retrotraemos a aquella época de Franco y a la censura de las películas. Películas con cortes, cambios de diálogos, o directamente prohibidas en su totalidad. Pero por supuesto también censura informativa. Pero la censura no acabó con Franco ni con la tan cacareada democracia en la que se supone que vivimos. No, la censura sigue presente en nuestro día a día porque la llevamos implantada en los genes y tenemos tendencia a censurar lo que no está acorde con nuestras creencias o nuestros postulados. Porque claro, para todos es muy cómodo prohibir o exigir que se prohíba todo aquello que no nos gusta. Eso sí, defendiendo a ultranza que lo nuestro no se censure porque para eso tenemos derechos. ¿Quién es el vecino para censurar lo que nosotros pensamos? Otra cosa es que nosotros sí podamos censurarlo a él porque para eso tenemos una mejor moral y somos más íntegros y más guapos, y hasta más inteligentes. ¿Alguien cree que estoy exagerando? Pues no crean, no lo estoy haciendo; basta con observar a nuestro alrededor para darnos cuenta de ello… cada día.

¿Por qué en el fondo nos gusta la censura?

#En el fondo nos gusta la censura

Demostrado: En el fondo nos gusta la censura

Pues porque muy poca gente cree verdaderamente en la libertad de expresión, cosa que es, más o menos, lo opuesto a la censura. Al fin y al cabo la censura lo que hace es coartar la libertad de expresión… del vecino, porque como he dicho antes, la nuestra es intocable, nosotros tenemos derecho a la libertad de expresión, el otro no. El otro tiene que someterse a nuestra libertad de opinión y a nuestra censura.

¿Qué ha ocurrido si no con lo del polémico autobús del que hablaba hace unos días? Quejas a miles, denuncias a la fiscalía, intervención de jueces e inmovilización del autobús. ¿No es eso censura? ¿No es ir en contra de la libertad de opinión y de expresión?

Podría defender o no lo que se dice en el lateral de ese autobús, podría estar a favor o podría estar en contra… No es ese el caso. Lo que estoy defendiendo aquí no es lo que dice el autobús, sino el derecho que tienen a decirlo quienes lo han contratado, aunque a mí no me guste lo que digan.

Con la intervención judicial se ha coartado la libertad de expresión, y mucha gente lo aplaude. Yo no puedo aplaudir tal cosa porque un acto de ese tipo acaba perjudicándonos a todos. Es muy triste ver cómo avanza la censura en nuestro país jaleada por quienes dicen defender la libertad de expresión.

Otro ejemplo incluso más reciente: ¿Quién no ha oído la frase de ese político ¿polaco?? Tampoco estoy de acuerdo en todo lo que dice ese hombre, pero es su opinión y así la ha manifestado, como otros manifiestan la contraria. ¿Por qué entonces se propone sancionarlo? ¿Por dar su opinión? Tampoco puedo estar de acuerdo con eso. En política cada uno da su opinión, y son opiniones contrarias, algunas tan opuestas que jamás podrán convivir, pero la censura del enemigo no es la solución. ¿Qué más quisiera el PP que censurar todo lo que dice Podemos? O a la inversa. Eso les facilitaría mucho las cosas y les daría ventaja. ¿Dejamos que siga avanzando la censura? ¿La seguimos aplaudiendo cuando parece que nos favorece? Que cada cuál haga lo que su conciencia le dicte.

Ramón Cerdá

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