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“EN EL LADO SALVAJE” de Tiffany McDaniels

Publicado el 10 agosto 2024 por Marianleemaslibros

   Pasaje destacadoPortada de la novela En el lado salvaje de Tiffany McDaniels, Editorial Hoja de Lata"El río observaba cómo los largos mechones de pelo flotaban en su superficie, como gusanos que los peces intentaban comer. El río sabía lo que tenía que hacer. Entró en los pulmones y volvió el cuerpo lo bastante pesado para que se hundiese hasta el lodo del fondo mientras los halcones se alejaban sobrevolando las colinas. Cuando los ojos se hincharon y el corazón se empapó, el río lo olió. A veces el corazón tenía un olor dulce y amargo. Otras tenía un olor tan parecido a su agua que el río no podía distinguirlos. Se obsesionó con el momento en el que el cuerpo decía: Soy.
Bajo estas nubes de Ohio, un río seguirá discurriendo y una madre gritará. En las corrientes avivadas por la lluvia y la niebla, ¿cuánto se alejará un cuerpo de casa? "

“EN EL LADO SALVAJE” de Tiffany McDanielsSegunda novela que leo de Tiffany McDaniels (Ohio, 1985), dos de las tres que tiene publicadas hasta ahora en España. La anterior, “El verano que se derritió todo” me fascinó y esta, os adelanto que también me ha fascinado. La autora pasa ya a la lista de mis autor@s preferid@s (con solo una buena lectura disfrutada mantengo mis reservas, pero con dos ya lo tengo claro)
Los puntos fuertes de la novela
Un prólogo y un comienzo interesantes, que incitan a seguir leyendo sin remedio: ● El prólogo es corto, tan solo tres párrafos, pero ya nos impacta con uno de ellos, como una especie de aviso de lo que está por venir:
Era tarde cuando el río notó el chapoteo. Pensó que tal vez se había partido una rama. O quizá alguien había lanzado una piedra para ver si saltaba. Fue un chapoteo pesado. El río pensó en todas las posibles cosas pesadas. Entonces vio la cara de la chica cuando su cuerpo empezó a flotar. El río había vivido bastante, y no era el primer cadáver que tiraban en sus aguas. Pero cuando el viejo río miró a la joven a los ojos, no pudo evitar sentir una profunda pena al recordar que la había conocido y al rememorar la forma en que se salpicaba los pies en el agua cuando era niña. El río sabía que la chica tendría que recorrer un buen trecho hasta que la viesen. Lo que no sabía era que habría más, flotando boca abajo, como si no tuviesen nombres.

Y el comienzo, te descoloca:
El primer pecado fue creer que nunca moriríamos. El segundo fue creer que estábamos vivas. Cuando una mujer desaparece, ¿cómo se la recuerda? ¿Por su preciosa sonrisa? ¿Por su bonita cara? ¿Por la droga presente en su organismo? ¿O por todos los clientes con aliento de drogadicto y deseos mundanos?.

 Una historia con varias peculiaridades y totalmente adictiva:Construída en base a un hecho real y dedicada a las “Seis de Chillicothe”, seis chicas desaparecidas en 2015 en ese pueblo de Ohio de las que solo se recuperaron cuatro de los cuerpos, está ambientada en la antigua tierra llamada Chala-ka-tha por las tribus indígenas que habían vivido en ella miles de años antes. 
Está dividida en nueve partes con capítulos que intercalan dos líneas temporales, ambas narradas por una de las protagonistas de la historia, la gemela Arc.
Uno de los espacios temporales transcurre en los setenta/ochenta, Arc nos habla sobre la infancia de ella y de su hermana Cisi, nos cuenta como es el infierno del que ambas intentaban escapar cada día desde que en 1979 murió el padre cuando tenían seis años. Una infancia muy dura, perpetuamente desarropadas, rodeadas de pobreza, y con una madre y una tía drogadictas, que además ejercen la prostitución, egoístas, y que nos les muestran cariño, ni dedicación alguna. 
Tan solo la abuela Asclepia sí que les demuestra su amor e intenta protegerlas a su manera, rodeándolas de pura y desbordante imaginación
La otra línea, salta al 93 cuando las chicas tienen veinte años y cuenta también en boca de Arc, todas las vivencias junto a sus amigas también como ellas drogadictas y dedicadas a la prostitución, en el Blue Hour, en el río, en el centro de desintoxicación: Jueves, Nell Salvia, Violeta e Índigo, y los intentos de todas por desintoxicarse. 
Eso era prostitución rural. No nos vestíamos como las trabajadoras de la calle que salen en las películas. Nada de minifaldas de licra ni medias de rejilla. No éramos como Julia Roberts cuando conoce a Richard Gere. Teníamos el pelo grasiento, olíamos a sudor y poco podíamos hacer con nuestras caras aparte de fruncir el ceño. 

A los clientes con los que se prostituyen los denominan John. Todos son Johns, hombres que no valoran a las mujeres y disfrutan denigrándolas, la mayoría agresivos, violentos, brutales
Lo que realmente necesitas saber en estas calles no es el precio. Tiene que ver con los johns. Todos tienen pollas impacientes y te tratarán como un trapo. Como si no tuvieras alma. Unos extraños te mirarán como si fueras culpable de algo. Y lo único que podrás hacer es decir que no eres culpable, aunque todo el mundo sepa que sí.

● Entre medias, se intercalan capítulos muy cortos que dan voz al río, en tercera persona, como si fuera un personaje más de la novela, como si el río tuviera vida propia. El río parece hablar, sentir, emocionarse.
El río había vivido bastante, y no era el primer cadáver que tiraban en sus aguas. Pero cuando el viejo río miró a la joven a los ojos, no pudo evitar sentir una profunda pena al recordar que la había conocido y al rememorar la forma en que se salpicaba los pies en el agua cuando era niña.

Los personajes son mayoritariamente mujeres, todas ellas maltratadas por la heroína, por el abuso de los hombresamarradas irremediablemente al lado salvaje de la vida : la madre, Adelyn, la tía Trébol y la abuela Asclepia, además de las Reinas de Chillicothe como se hacen llamar Arc, Cisi y sus amigas, todos singulares y bastante bien perfilados. 
Pero también hay hombres: como Diluvio, el padre, del que poco sabremos porque muere pronto, tan solo nos deja la impresión de que además de drogata, buen padre y buen esposo tampoco era. Y “la araña” (otro hombre malo del que no puedo contaros mucho más), los Johns, el salvaje y despiadado tatuador el Carreteras y un asesino en serie, el Hombre del Río, que anda suelto y nadie, ni siquiera la policía parece tener interés por desenmascarar.
El asesino le da a cada una corona hecha de ramas y hojas. Se las pone en la cabeza, atándolas bien al pelo para que no se caigan. Porque son reinas. Por eso sé que el asesino no es un extraño que está de paso. Es alguien que nos conoce. Nos conoce y sabe que somos las Reinas de Chillicothe. Como tú.

Las gemelas protagonistas: Cisi es la mayor, por tan solo un minuto de diferencia en el nacimiento. Las dos tienen el pelo del color del fuego y tienen un ojo de cada color, uno verde y otro azul, dos “canicas de bruja” en vez de ojos.
Mi ojo derecho era azul. El izquierdo era verde. En el caso de Cisi era al revés. Las dos nacimos con heterocromía de iris total. Era por nuestros ojos por los que mi madre decía: «Sois dos mitades de lo mismo».¿Donde está mi niña de ojos azules?—preguntó mamá. Cuando lo hacía, yo cerraba el ojo izquierdo y Cisi cerraba el derecho hasta que sólo se veían nuestros ojos azules--. ¿Dónde está mi niña de ojos verdes?—quiso saber--. Cerramos cada una nuestro ojo azul y dejamos los verdes abiertos.

● A Arcade le gusta desenterrar cosas, excavar en la tierra, por eso su madre la llama Arc, porque es su pequeña arqueóloga
Desde que tengo memoria, siempre sentí una atracción por la tierra con solo mirarla, como si cavar supusiese buscar la respuesta al enigma de quién era yo. Todo desaparecía cuando cavaba. Nada de eso importaba cuando tenía las manos en la tierra porque lo único en lo que pensaba, lo único que saboreaba en el fondo de la garganta, era la emoción irresistible de lo que podía descubrir con mis manos

Cisi se llamaba Farren Doggs de nacimiento, aunque la abuela empezó a llamarla Poeta Narciso por la forma en que se ponía entre los narcisos en primavera con las flores blancas y amarillas llegándole a las caderas, y diciendo siempre algo que rimaba. Lo que más le gusta hacer en el mundo, es nadar
Quiero nadar hasta el fin de los tiempos. Y luego quiero saber adónde va el río después. Adonde vaya, quiero ir yo también. Tengo que hacerlo, ¿sabe? Mire mi ojo azul —dije, señalándolo—. Siempre formaré parte del agua.

● Pero sin duda, mi personaje favorito de esta historia ha sido la abuela Asclepia, mujer tremendamente imaginativa, risueña, divertida, entrañable, también con el pelo rojo y que consciente de la ineptitud de su hija para con sus nietas, toma las riendas y se hace cargo de ellas. Asclepia les transmite a las niñas su sabiduría de anciana para hacer frente a las inclemencias de la vida, enseñándoles que esta tiene dos lados, el salvaje y el bonito y que siempre se puede volver bonito el lado salvaje cuando este te supera, a través de los buenos recuerdos.
¿Qué hay en el lado salvaje? El lado que favorece el humor de los monstruos y todas las cosas con las que ellos juegan.

Sus rituales, su desbordante imaginación también se la transmite a las niñas, y su capacidad de utilizarla como vía de escape cuando lo salvaje arrampla
Atrapar la brisa. Una ceremonia que habíamos prometido a nuestra anciana abuela que no dejaríamos de realizar. Pero hacía años que no lo hacíamos. Al pensar en Harlow en el agua, supe que había llegado el momento. El momento de alzar las manos y atrapar algo antes de que fuese demasiado tarde.

✔ Tenemos entre manos una novela brutal y mágica a la vez. Brutal porque encierra mucha brutalidad, mucha violencia, explícita e implícita 
Entonces comprendí que una mujer guarda la mayoría de las cosas en el fondo de la garganta. Y esas cosas salen en forma de vómito, gritos, alarido.

Y mágica porque también hay mucha magia entre las páginas de esta novela, tanto en el sentido literal como en el metafórico. Porque la autora hace magia con las palabras, los argumentos y los personajes, pero además porque la abuela les explica y les repite a las niñas constantemente que una de sus antepasadas era bruja. 
Una bruja no es un sombrero picudo ni una escoba ni unas verrugas. Una bruja simplemente es una mujer a la que castigan por ser más sabia que un hombre. Por eso la quemaron a ella. Intentaron acabar con su poder porque una mujer que dice más de lo que debe decir y que hace más de lo que debe hacer es una mujer a la que se intenta silenciar y destruir. Pero hay cosas que ni el fuego puede destruir. Una de esas cosas es la fuerza de una mujer. ¿No quieres ser una mujer así?

✔ Los temas que se abordan son peliagudos: la drogadicción y las fatales consecuencias de la adicción, la prostitución, la indiferencia y el desprecio hacia las prostitutas y las yonquis, la violencia en manos de los hombres hacia las mujeres, la pederastia y la desprotección infantil frente a demonios y demás “arañas”, frente a esos monstruos de carne y hueso que también existen en la vida real, no solo en los cuentos 
Para ellos, mi hija no importa. Una piedra. Un palo. Un montón de tierra. ¿Qué tienen todas esas cosas en común, Arc? Yo te lo diré. Que la policía no las busca cuando desaparecen. Mujeres como mi hija. Como tú. Sois una piedra. Un palo. Un montón de tierra. Y dejan que desaparezcáis como si nunca hubierais tenido nombre. Pero ella tenía nombre.

Resumiendo:“En el lado salvaje” es una magnífica novela rural, pero sobre todo es una historia de mujeres, abuelas, madres, nietas e hijas, que nacen y transitan permanentemente por en el lado salvaje de la vida, que se refugian en su propio mundo de fantasía para seguir adelante y no caer en el abismo. Mujeres prostitutas y drogadictas, que, por el mero hecho de serlo, son consideradas por la sociedad, por los hombres, como escoria, despojos humanos que se merecen cualquier cosa que les pase. Una historia de “cazadores y presas” con un final fascinante e inesperado que se presta a debatir, a la reflexión y a la relectura
Sea cual sea el origen de la adicción, el final suele ser el mismo. Unas sirenas que suenan por la calle. Un cuerpo tumbado cerca de otro. Cruces blancas en las carreteras. En lo alto, un sonido de alas o tal vez solo silencio.

¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero también porque, la autora escribe muy bien, sabe construir tramas fascinantes y porque es una lectura que realza el valor de la amistad y de la sororidad femenina. No os la podéis perder. 

He leído y comentado "En el lado oscuro" junto a mi gran amiga Mariana, del blog Los libros de Mava, así que otra lectura más que va directa a la saca de nuestro Club de lectura MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis. 

Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: 
“EN EL LADO SALVAJE” de Tiffany McDaniels

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