Revista América Latina

En el molino nacen leyendas y mitos con sabor guajiro

Publicado el 18 agosto 2013 por Soloelcorreo @rafaelaaron3

De El Molino casi nadie había oído hablar hasta que el maestro Rafael Escalona compuso La Molinera, esa sentida canción que dice: Ay mi vida, si vieras como suspiro cuando me paso de largo por el ramal de El Molino... . Con la melodía, Escalona no solo quería rendirle homenaje a esta apacible localidad recostada en el sur de La Guajira sino deseaba echar sus versos al aire para decirle al mundo que allí habitaba la más hermosa mujer de la península: Elsa Elvira Armenta López.

Así, como el ramal de El Molino, era como se le conocía a este pueblito que se levanta a un costado de la carretera que atraviesa este departamento de sur a norte. Hoy todo es distinto. Una enorme valla y la caseta que sirve de paradero dan la bienvenida a El Molino, uno de los municipios jóvenes del país: vio la vida jurídica con la Ordenanza 015 de 1989, al desligarse de su condición de corregimiento del municipio de Villanueva luego de un proceso separatista que apenas duró tres meses. En sus 11.000 habitantes es fácil captar el deseo del progreso. Todos trabajan en favor del pueblo. Por eso es de admirar que con apenas 85 millones de presupuesto anual tenga pavimentadas casi todas sus calles y goce de envidiables servicios públicos. Su gente es alegre y emprendedora. Como se dice por aquí, echada p lante. Ya están preparando el Festival de Cantantes, cuya cuarta versión tendrá lugar en octubre, y la I Feria Ganadera de La Guajira, en noviembre. Personajes como Olga Zabaleta, la viuda del general Ulises Dangond; Elsa Armenta, La Molinera ; Gonzalo Urbina, quien fuera asesor del presidente Misael Pastrana Borrero; Chico Bolaño, acordeonero que terciaba con Francisco El Hombre y Luis Pitre; Marcos Díaz y Alberto Beto Zabaleta, cantantes de música vallenata, entre otros, contribuyen en gran forma a la difusión de la imagen del municipio. Desde 1609 cuando la comarca fue fundada a orillas del Río Cargabarro en la vida de los molineros se han tejido además toda clase de leyendas que contribuyen a fomentar su riqueza cultural. La más respetada de todas habla de cuando la Virgen del Rosario se le apareció a los indios Cariachiles, convirtiéndose entonces en la patrona de la comunidad. La cantidad de mitos es tal que el alcalde, Arnoldo Aponte Urbina, se tomó el trabajo de recopilar datos históricos y creencias populares para consignarlos en un libro que publicará proximamente.
Publicación
eltiempo.com
Sección
Otros
Fecha de publicación
13 de junio de 1991
Autor
ALVARO OVIEDO CASTILLO

Tomado del eltiempo.com

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