El cuco es un pájaro que pone un único huevo en un nido ajeno para que se lo empolle una madre de otra especie. Cuando el huevo eclosiona, el cuclillo, grande y fuerte, expulsa a los otros pollos, los arroja del nido para que mueran cuando apenas han echado el plumón. La madre adoptiva, perpleja ante semejante situación, cuida al cuclillo como si fuera suyo, incluso después de que le triplique en tamaño. Es un proceso que se repite generación tras generación y en el que el cuco basa su supervivencia.
No sé por qué pero me ha venido a la mente este proceso evolutivo del cuco, completamente natural, aunque dramático, al conocer algunos datos sobre la evolución de la economía española y los sueldos de los grandes ejecutivos.
La crisis económica mundial fue causada por los bancos, como todos sabemos, con sus hipotecas de riesgo subprime y la avaricia irrefrenable de sus gestores. Sin embargo, los gobiernos mundiales, incluido el español, acudieron al rescate de los bancos y les inyectaron grandes cantidades de dinero. Estaba en juego el sistema financiero capitalista y los empleos de mucha gente.
En España, el miedo al paro que conlleva la crisis (que según todos los indicios podría alcanzar al 20% de la población activa) ha provocado un ahorro compulsivo para disponer de un colchón que permita sobrevivir en caso de perder el trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la tasa de ahorro familiar en el segundo trimestre del año ha alcanzado el 24,3% por ciento, lo que supone un aumento del ahorro del 87%.
Es decir, los bancos crean la crisis y las familias ahorran. ¿Cómo ahorran? Dejando el dinero en el banco. De este modo, las entidades financieras disponen de más fondos que nunca. ¿La crisis habrá sido causada por los bancos a propósito para aumentar su poder? Quién lo sabe.
Mientras, en esas cuevas oscuras que son los consejos de administración de los bancos y de las aseguradoras, sus miembros se frotan las manos. Han conseguido captar el dinero del Estado y el de los ahorradores particulares. ¿Para qué? ¿Quizá para conceder préstamos a las empresas y a los ciudadanos con el fin de dinamizar la mortecina economía? Pues no. Para subirse el sueldo un 52% por ciento. La retribución media de un alto ejecutivo de banco o aseguradora es de 5,49 millones de euros (no hay erratas en las cifras). Y eso incluso en entidades que tuvieron pérdidas el año pasado.
En suma, que el dinero de los ahorradores temerosos de perder sus precarios empleos se va a los bolsillos de los directivos de los bancos. ¿Es para indignarse? Habrá que crear un nuevo término para denominar a estos sacrificados directivos: milloneuristas.
Mientras esto sucede, los sindicatos españoles aceptan para 2010 una subida de sueldos de los funcionarios públicos que alcanza la escalofriante cifra del 0,3 por ciento, y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, vuelve a pedir una flexibilización del mercado laboral (léase despido libre) para que España pueda crear empleo.
En esta situación, ¿qué dice la dueña del nido ante los desmanes del cuco? María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno, se muestra escandalizada por la subida de retribuciones de los altos consejeros. Dice que no es de recibo. ¿Pero qué hace? Nada. ¿Y qué hacen el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el súrsum corda? Nada.
Los polluelos se caen del nido empujados por los cucos, pero la dueña del nido no hace nada.
A todo esto, las grandes fortunas siguen llevándose el dinero a espuertas con las sicav sin que el Gobierno les meta mano. Piensa que si lo hace evadirán capitales. ¿Es esa una excusa razonable? ¿Deben dejar de recaudarse impuestos para que se molesten los paganos, no sea que se enfaden y se lleven los billetes a Suiza? ¿Debe la madre impidir que el cuco arroje a sus polluelos por miedo a que el cuclillo se vaya de casa? Quizá este proceso también sea natural y forme parte del desarrollo lógico del capitalismo.
A todo esto, hoy es el Día Internacional de Trabajo Decente