Su nombre es Ali Abdullah Saleh y, desde hace 33 años, encabeza el régimen de Yemen. Nada parece alterar su permanencia en el poder. Ni siquiera las multitudinarias protestas que exigen su renuncia. Y menos aún, los choques entre sus fuerzas de seguridad y los manifestantes, que en un mes dejaron 94 muertos y cientos de heridos. Las marchas, en efecto, resultan cada vez más violentas. Y en la última, hubo una escena que despertó la atención. La imagen no reveló un enfrentamiento. Tampoco un cartel contra Saleh. Mostró, en definitiva, a este grupo de hombres que pidió la salida del líder con la camiseta de futbolista francés. En el nombre de Franck Ribery.