Revista Cine
Atravieso una ciudad de la que ya nada espero
Entre seres humanos distintos cada vez Me lo sé de memoria, este metro elevado: Transcurren días enteros sin que pueda ni hablar. ¡Ah! Esos mediodías, regresando del paro Pensando en el alquiler, meditación sombría, Prefieres no vivir, pero igualmente envejeces Y nada cambia en nada, ni el verano, ni las cosas. Al cabo de algunos meses, pasas al subsidio Y el otoño vuelve, lento como una gangrena; El dinero se vuelve la única idea, la única ley, Estás realmente solo. Y te quedas atrás, atrás… Los otros continúan con su danza existencial Tú estás aislado tras un muro transparente; El invierno ha vuelto. Su vida parece real. Tal vez, en algún sitio, te espera el porvenir.
Michel Houellebecq, Poesía