Guadalupe Nettel,penúltimo texto de la serie Bacalar de la autora de El matrimonio de los peces rojos, esta vez conoceremos sus miedos en el futuro de su hija, es por ello que, muy a su pesar, se ve obligada a manadarla con su padre. Aquí os dejo el enlace al relato completo.
Eva Vázquez
(…) Sufrí mucho al verla subir al avión y también durante los dos meses que duró su estancia en la playa de Bacalar. Temí por su educación, temí que sus modales empeoraran y su rebeldía creciera hasta resultar incontrolable, temí que se enganchase a las drogas y que se embarazara como me había sucedido a mí misma. Sin embargo, las cosas ocurrieron de otro modo: Uma volvió distinta del primer viaje, más paciente, más abierta a mis consejos. Si antes, en distintas ocasiones, me había pedido que le refiriera la historia de mi relación con su padre, esta vez me preguntó algo sutilmente distinto: por qué razones, habiendo tantos hombres en el mundo, me había enamorado de él. A lo largo del año, su correspondencia con los miembros de su familia siguió siendo frecuente. En rasgos generales, todo parecía igual a antes de su viaje y no fue hasta la siguiente visita de Víctor a París cuando noté algo extraño en la actitud de ambos. Durante la primera cena familiar, Uma le pidió a su padre que respetara los horarios de la casa: si sus parrandas lo obligaban a permanecer fuera después de las dos de la mañana, era mejor que se abstuviera de llegar esa noche para no despertarnos. Me quedé atónita al escucharla y más aún al advertir la sumisión con la que éste acataba cada nueva regla. Entonces empecé a hacer cuentas: la madre de Víctor, una mujer ordenada y de costumbres conservadoras, había sido a su vez hija de una cabaretera con un hombre casado. En lo que a mí respecta, debo la rebeldía de mi primera juventud a las reglas estrictas que siempre recibí en casa. Si quería que mi hija tuviera una vida estable y con estructuras, alejada del vicio y de la bohemia, nada podía venirle mejor que el contacto frecuente con su padre.