Sinopsis
En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas».
En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende que, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. En el sótano, a «ellos» (como llamaban a los señores), se les hacía «una especie de psiconálisis de cocina, sin cabida para Freud. Creo que nosotros sabíamos de la vida sexual ajena mucho más de lo que él llegó a saber nunca».
Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.
Datos Técnicos
Editorial: Alba Número de páginas: 216 Encuadernación: Tapa blanda / Ebook ISBN: 9788484288381 Año de edición: - Precio: 9,5€ / -
Sobre el autor: Margaret Powell
Impresiones
El libro es una verdadera crónica de la época, Margaret nos va contando su vida en forma fría y descarnada, no hay filtros. Desde su primer trabajo como pinche de cocina, lo más bajo en la escala de los sirvientes, a los 15 años ella ya tenía claro sus objetivos de vida, tenía trazado un plan mental de su camino a seguir, creo que esta es una de las cosas que me sorprendió.
En general si uno se acuerda de sus 15 años, al menos Yo, era un pollo que no tenía idea para donde iba nada (si ahora no lo sé?? Ja!, menos a esa edad). Su primera patrona, es lo que hoy podríamos describir como clasista muy fijada en las apariencias, pero a sus criados los tenía al límite de la decencia, aunque después Margaret vería cosas peores.
Cada vez que Margaret buscaba un nuevo trabajo, siempre era siguiendo su plan trazado, ella tenía sed de aprender; en un principio cuando vio que el trabajo de cocinera era de lo mejor, buscó por todos los medios aprender a cocinar, al principio con más de un desastre estrepitoso. Sin embargo, no era una tarea fácil, porque en general las cocineras protegían sus recetas y métodos, aún así ella lo consigue.
El libro está escrito siempre en primera persona, el Margaret la que nos va contando su vida y sus decisiones, un estilo bien directo sin mucho adorno ni grandes descripciones de personajes y/o caracteres. El libro es un claro reflejo de la Inglaterra de principios de siglo.
No envidio especialmente a la gente rica, pero tampoco la culpo. Intentan aferrarse a su dinero. De haber tenido dinero, yo también me habría aferrado a él. La gente que dice que los ricos tienen que compartir sus posesiones no sabe lo que dice. Si lo piensan es porque ellos no tienen tanto. Yo ni me plantearía compartir las mías
Nos va mostrando como la servidumbre va pasando de ser casi esclavos en un principio, a indispensables después de las guerras. Muestra las guerras como grandes catalizadores de cambios en la sociedad.
Quienes disfruten viendo las series como Downtwon Abbey, por seguro que les gustará este libro, un libro para leer sin apasionamiento, pero uno espera saber cómo termina Margaret.
Reseñado por Macarena
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