Curioso ahora para que zarpe un carguero. Me pregunto cómo habrán podido cargarlo tan rápido.
seguida, pero la llama no llegó a encenderlas. Ryuji sintió temor ante su aire abstraído y la firmeza de su pulso. Entonces la pequeña llama iluminó su mejilla y él pudo ver los hilos de las lágrimas. Fusako, cuando se dio cuenta de que él lo había advertido, apagó el encendedor. Ryuji volvió a abrazarla y, aliviado por la certeza de su llanto, se echó a llorar él también. (...)"