Hoy en el Mercadona esperando a que un señor mayor que estaba delante pusiera su compra en la bolsa. Muy sonriente, explica:
– He comprado más, maja, porque mañana me vacunan, y es por si a lo mejor luego me tengo que estar dos días en la cama.
La cajera, emocionada.
Yo, emocionada.
La vida, emocionada.