Revista Espiritualidad

En forma en la playa

Por Chrismorrigan @crisgf4
Estamos en tiempo de playita. Os lo digo por si el verano está pasando de puntillas a vuestro lado y no os habéis enterado.Supongo que más de uno estará preocupado por haber dejado de lado su deporte favorito o el gimnasio, en pos de jornadas maravillosas de no hacer nada a la orilla del mar.Luego, a la hora de irse a dormir, estaréis dándole vueltas a la cabeza porque os sentís culpables por no hacer nada de ejercicio (el levantamiento de birra no puntúa como tal).Pues os traigo la solución perfecta, porque exprimiendo el cerebro siempre se encuentra solución para cualquier problema. En esta ocasión el problema es la falta de ejercicio con su consecuente fondonguez, así que la solución pasa por … tachan tachannnn….usar la playa como gimnasio! Biennnn.No me he vuelto loca, que conste, ya veréis como es la cosas más sencilla del mundo.
EN FORMA EN LA PLAYA
Empezaremos por algo tan sencillo como es correr a la orilla del mar, pero no por el sendero de los “jubilados”, sino metidos en el agua por las rodillas (o un poco menos si no eres PRO). Es un trabajo de esfuerzo en el que trabajaréis casi como en una clase de spinning (estadística no probado sacada de mi propia mente, no tengo gráficos que la acompañen).Solo os deseo que no veraneéis en una playa kilométrica, sería difícil poner límites!
Otra cosas que nos va a servir para no perder la forma son las típicas palas de playa, las de madera con pelotita amarilla. No me podéis negar que con este deporte uno se mueve igual que en una clase de zumba. Que si la pelota cae al agua, que si le da a una señora y hay que acercarse a pedir disculpas, que si un niño (angelito) se va con la pelota y hay que perseguirle y quitarle la pelota sin que parezca que estamos haciéndole pasar un mal rato (la sensibilidad de las personas es tremenda)…en fin, a jugar a las palas y a mover ese cuerpo serrano.
EN FORMA EN LA PLAYA
No puedo obviar el hecho de que en la playa hay agua, así que si vamos más allá de la muralla humana, podremos poner en práctica nuestra soltura nadando, incluso al estilo perrito. Una vuelta hacia un lado, otra vuelta hacia el otro y así hasta que os canséis. Rezad para que un gran tiburón blanco no haya decidido pasar las vacaciones en vuestra playa.
Y qué me decís del voleibol? Ese deporte tan playero y sexy, donde los demás al jugar parecen modelos de un catálogo de bañadores, y nosotros parecemos champiñones intentando dar saltitos que se quedan en nada. Pues es otro deporte completito, completito, que conseguirá que nuestro cuerpo serrano sea menos serrano y se convierta en York bajo en sal.
EN FORMA EN LA PLAYA
Ahora que habéis leído esto aún tenéis la sensación de que la playa es vuestra enemiga mortal? Pues una cosa os digo, si no pones en práctica mis consejos, vais a notarlo mucho en la zona michelinera. Que es un mes de vacaciones nada más, pero ese mes puede echar a perder todo un año de trabajo; es que los chiringuitos, la cervecita fresca, los heladitos y el fastidioso pensamiento de “si por uno no va a pasar nada”….y sí que pasa.Pero si sois personas felices y prácticas, sabréis también que un mes de felicidad plena no se paga con todos los michelines del mundo y que merece la pena un sacrificio doble en invierno si el recuerdo del mejor verano de vuestras vidas podéis  archivarlo junto a los momentos maravillosos que ya habéis atesorado.
EN FORMA EN LA PLAYA
 ¿Vosotros sois de conteneros o más de dejaros ir y disfrutar? Dejad vuestros comentarios y compartamos ideas y pensamientos.Pues nada, lo dicho, a disfrutar y a no sufrir, que hay opciones para todos. Y no olvidéis el protector solar.
Sed felices!

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