Me llegan noticias de Francia sobre medicamentos antipsicóticos o neurolépticos muy recetados y polémicos como risperidona (Risperdal y sus genéricos). Es una circular interna que las autoridades sanitarias galas han repartido entre la clase médica para actualizar datos e informar sobre la correcta administración de estos fármacos en la población pediátrica. Al hilo os cuento sobre la muerte de un niño tras tomar Invega, del mismo fabricante que Risperdal.
-La utilización en pediatría de INDICACIONES NO AUTORIZADAS están produciéndose en particular en el autismo y Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). “La risperidona -recuerdan las autoridades sanitarias- debe ser utilizada únicamente dentro de las indicaciones aprobadas en Francia y la duración en el niño debe ser de hasta seis semanas.
-La forma inyectable (Risperdal Consta) no está aprobada para ser utilizada en la infancia.
La indicación pediátrica de la risperidona en Francia es:
-Tratamiento sintomático de corta duración (hasta seis semanas) en problemas de agresividad o de conducta a partir de los cinco años, con diagnóstico de funcionamiento intelectual inferior a la media o un retardo mental diagnosticado conforme a los criterios del DSM-IV (el Manual del diagnóstico de problemas mentales más usado por los psiquiatras en el mundo -también muy cuestionado-).
-Los tratamientos farmacológicos -observan en la administración gala- “deben ser parte integrante de un programa de tratamiento más largo, incluyendo las medidas psicosociales y educativas”.
Pues bien, en la misiva que envían a doctoras y galenos indican:
Los siguientes efectos indeseables han sido reportados con una frecuencia mayor o igual al 5% en los pacientes pediátricos (5 a 17 años): somnolencia/sedación, fatiga, cefalea, aumento del apetito, vómitos, diarrea, dolores abdominales, infecciones respiratorias altas, tos, congestión nasal, vértigos, pyrexia, temblores y enuresis. “Se ha observado una frecuencia al menos del doble de aquellas observadas en los ensayos clínicos hechos con adultos“.
La autoridad francesa acaba su aviso recordando que los profesionales de salud deben declarar inmediatamente al Centro Regional de Farmacovigilancia (CRPV) todo efecto indeseable sospechoso de haberlo provocado un medicamento. La población y las asociaciones de pacientes pueden hacer lo mismo en su Centro Nacional de Farmacovigilancia.
Lo que viene a concluir todo esto es que están recetándose Risperdal y sus sucedáneos para problemas de salud para los que no está aprobada su receta. Y que este principio activo es bastante más peligroso para niños y niñas de lo que ya se conocía, que no es poco. Está haciendo más daños a la infancia de lo que contaban los ensayos clínicos que se hicieron para su aprobación ¡en adultos!
El laboratorio Janssen, como hemos publicado en ocasiones, ha ocultado durante años los graves efectos secundarios de la risperidona.En niños también, como ahora nos cuentan desde Francia. Y en Estados Unidos ha perdido juicios multimillonarios por hacer “publicidad engañosa” del medicamento.
Y os puedo asegurar que en nuestro vecino son bastante más serios que aquí con los daños por medicamentos. España es un cortijo para algunos laboratorios farmacéuticos.
De hecho en el Bufete Almodóvar & Jara hemos conseguido dos sentencias que reconocen el derecho de un joven autista de Aragón (España) a la educación y que incide en que los antipsicóticos no están indicados para autistas, que para ellos son ineficaces y peligrosos.
Me llama la atención que este tipo de avisos suele hacerse siempre mediante una carta interna para profesionales, cuando creo que coincidireis conmigo es que es una información lo suficientemente importante como para que la conozca toda la población.
Os preguntaréis el contexto y trasfondo de todo esto. Pues bien, quien me envía la carta desde Francia perdió hace poco a su hijo tras consumir el medicamento Invega que también fabrica el laboratorio Janssen. No es fácil resumir en dos líneas este caso pero el asunto es el siguiente. Invega está indicado para personas diagnosticadas con esquizofrenia que sean mayores de 15 años.
Los padres acusan a la psiquiatra de haber recetado Invega a su niño de cinco años que tenía epilepsia no grave. Le recetó el medicamento SIN ESTAR INDICADO PARA ELLO y sin hacer anotaciones en la historia clínica, ni seguimiento, ni pruebas previas que indica la ficha técnica del fármaco.
La psiquiatra en su declaración en el juzgado de lo penal dijo que ella había recibido cursos y formación donde le muestran estudios que aconsejan prescribir este fármaco a la población infantil. Por petición nuestra, del Bufete, el juez ha solicitado al laboratorio Janssen-Cilag estudios realizados sobre población infantil y a la psiquiatra que diga quién ha impartido esa formación y qué contenido tiene la misma… Estamos investigando.
El niño murió por reacciones adversas descritas en ficha técnica y prospecto.