En la cama con el diablo – Lorraine Heath

Sinopsis:Huérfanos de Saint James 1: En la cama con el diabloConocido como el conde Diablo, Lucian Langdon es un sinvergüenza con fama de asesino que creció en las violentas calles de Londres. Lady Catherine Mabry, una auténtica dama, está dispuesta a negociar con él para proteger a sus seres queridos, aunque al hacerlo arriesgue algo más que su reputación.Lucian desea el respeto de la sociedad y, ante todo, una esposa. Sin embargo, la mujer que ha elegido, Frannie, nunca será aceptada por la aristocracia. Catherine puede ayudarlo a conseguir su propósito, pero lo que le pide a cambio pondrá en jaque sus vidas...Cuando el peligro los amenace, ella descubrirá a un hombre apasionado, y él, a una mujer con un inmenso coraje.

Opinión personal
Muchas ya habréis leído los libros publicados de esta saga o, al menos, habréis oído hablar de ella, para mi esas dos entregas de Los huérfanos de Saint James fueron en su momento una muy grata sorpresa y unas de mis mejores lecturas del 2012.Una saga que recuerda la novela Oliver Twist de Charles Dickens.A veces cuesta saber con exactitud el porqué una historia te gusta más que otra o una novela se queda grabada en tu lista de lecturas preferidas. Unas veces es por los personajes, otras por la trama o, incluso, ser la lectura ideal en un momento concreto.
Un pelín cabreada con la editorial porque me hayan dejado la saga a medias, me he propuesto leerme (con mi nefasto inglés) el resto de la saga en versión original. Pero como ya solamente recordaba el buen sabor de la lectura -algo positivo tiene que tener mi falta de memoria-, me he decidido a empezar con el primero.
«En la cama con el diablo» -título que me parece horroroso y no hace ninguna justicia al contenido de la novela - es una de las joyitas que yo tengo en mi estantería.
Sé que es una tontería, pero la mayoría de los protagonistas que se llaman Lucian y que acostumbran estar siempre apodados como el diablo, demonio o cualquier sinónimo del ángel caído suelen ser personajes que me roban el corazón. Y Luke es otro ejemplo.
Lucian Langdon es un amor. Sí, tiene una apariencia física que produce temor y su pasado le ha llevado al completo ostracismo por parte de la sociedad a la que pertenece. Su fama de sinvergüenza le precede, aunque él tampoco hace nada para solucionarlo. Vive con un perpetuo sentimiento de culpa al ostentar un título que no le pertenece. Pero si algo es este hombre es un superviviente. Y en el pasado tuvo que tomar una determinación y escogió vivir.
Luke es de esos personajes atormentados por un pasado que tanto nos gustan, o al menos a mí me encantan. Podríamos decir que es un gran tópico. Un cordero con piel de lobo. Un alma que aparentemente es negra pero que a medida que nos vamos internando en la historia, vamos descubriendo un hombre leal, fiel, con unos fuertes principios y un gran corazón. Luke se auto engaña para no sufrir, pero la autora ha sido capaz de desmembrarte su alma a través de unos breves extractos de su diario sin que para nada, le quite esa bravura al personaje.
Catherine está a la altura del personaje masculino. Si bien es cierto que carece de cierta concordancia con el carácter y el comportamiento de toda joven casadera de la regencia, la autora lo justifica con su situación familiar y, no nos vamos a engañar, a mí estos personajes femeninos me chiflan.Catherine es una mujer acostumbrada a manejar su vida. La enfermedad de su padre y el viaje que tiene a su hermano fuera del país le han otorgado durante los últimos años una independencia que de otro modo no tendría. Es una mujer decidida, valiente y a la que poco le importan los clichés y las normas sociales. La vida le ha enseñado que la alcurnia no da el honor y a juzgar a las personas, no por su condición social, sino por sus actos.
Desde la última vez que lo vio, siente una secreta atracción por Lucian y cuando se siente en la obligación de ayudar a su mejor amiga, no duda en meterse directamente en la guarida del lobo.
La trama no es excesivamente complicada. Entre los dos protagonistas firman un trato en el que cada uno obtendrá del otro algo que le beneficie personalmente. Tan solo es la excusa para que la relación entre ambos se vaya forjando, poco a poco, para mi deleite. Porque, a pesar de que Lucian resulta un poco obtuso y demasiado tozudo en unos sentimientos que son más propios de la inocencia de su juventud que del adulto en el que se ha convertido, no cesa en su empeño de querer casarse con otra, no quita que la historia entre ellos sea muy bonita. A mí, me ha parecido muy tierna, llena de detalles dulces y un buen desarrollo de la evolución del deseo al amor.Todo ello acompañado con unos personajes secundarios que tienen voz propia en la historia, bien definidos y de los que no tardaré en leer sus propias aventuras y una historia secundaria dura.
El estilo de la autora es sencillo, dulce y sobrio, con unas conversaciones que me han gustado.
Supongo que por la fuerza de los protagonistas, la relación que entre ellos se entabla y lo inusual del protagonista masculino, esta novela me ha gusta mucho. Es de esas historias que tanto me gustan porque se ve claramente la evolución de la relación a través de pequeños detalles, quizás no sea otro su aliciente, pero yo la tengo guardada como una de mis joyitas. 

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