Revista Opinión

En la casa de mi Padre hay lugar para ti (Jn 14,1-4)

Por Campblog
En la casa de mi Padre hay lugar para ti (Jn 14,1-4)
Estamos viviendo mucha inseguridad, violencia, guerras, terrorismo y una mayor incidencia de extremos fenómenos meteorológicos; ¿Qué vamos a hacer? a caso podemos hacer algo tú y yo, si nuestra vida es frágil, una vida rodeada de peligros, salimos a la calle y nos atropellan, un ser querido se me enferma y se me muere, nuestra vida le pertenece a Dios, estamos en sus manos todo el tiempo, y algún día todos vamos a experimentar ese momento de tener que darnos a esas manos por completo. En el evangelio según San Juan, capítulo 14, versículos del 1 al 4 dice:
“Que no se turbe tu corazón. Cree en Dios, cree también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, ¿Por qué te habría dicho que voy a preparar lugar para ti? Y si me voy y te preparo un lugar, vendré otra vez y entonces te tomaré conmigo, para que donde yo esté, tu también estés. Y ya sabes el camino a donde yo voy.”
En una ocasión Luis un niño que nació en 1961. Cuando tenía 10 años escuchó a la gente decir que en el año dos mil habría catástrofes, desastres y que el mundo se acabaría. Sacó sus cálculos y en el 2000 tendría 38 años, así que pensó no tenía sentido hacer planes para estudiar; pero, preocupado por eso preguntó a su padre: -¿Por qué debo vivir si en el 2000 se acaba el mundo? -Porque la vida es corta. Le contestó su padre.
Pasaron los años, Luis estudió, se graduó, se casó y tuvo hijos. Un día, su hijo enfermó muy gravemente y le hizo la misma pregunta: -Papá ¿por qué debo vivir? -Porque la vida es corta -contestó Luis -y no te pertenece a ti, sino a Dios.
Pensamos que la vida es nuestra, sin embargo, le pertenece a Dios, hay que reconocer que Dios es Dios, que él nos ama y que espera con ansias en que llegue ese día, para estar junto a ti, y es que Dios está enamorado de ti, está loco de amor por ti y por mí, nada más de pensar que dejó todo por hacerse uno de nosotros. Si recibiste una mala noticia, estas enfermo y no tienes opciones para curarte o estas viviendo un proceso de duelo, tienes sentimientos de culpabilidad; Jesús conoce tu situación, no está despistado, está ahí contigo, podrás reconocerle, vas a sentir su calor, serás consolado y escucharas su voz que te dice: «vendré otra vez y entonces te tomaré conmigo, para que donde yo esté, tu también estés». Animo el Señor Jesús está contigo.
Tu Amigo, Daniel Espinoza ¡Consuela a mi Pueblo! Blog

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