PEDRO ARMENDÁRIZ Jr.
-actor de cine, teatro y televisión-
-Presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (2006-2010)-
(Ciudad de México, 1940 - Nueva York, 2011)
Sobre el peso de la figura paterna y la planeación de las películas en la época de oro del cine mexicano:
“…Mi padre siempre hizo buenos amigos en México y en el extranjero, y eso me ha abierto puertas. Pero un actor no puede vivir ni desarrollarse por la fama de su padre. Eso te da una oportunidad, si no la ganas difícilmente te la volverán a dar. Mis papeles en cine han sido totalmente diferentes a los de mi papá. Nunca he salido de charro ni de indígena. Ahora me gustaría que alguien me propusiera hacer esos personajes. Yo me desarrollé en otras caracterizaciones. Mi relación con el cine ha sido con Cazals, Hermosillo, Ripstein y Fons, que son los directores de mi generación…”
“…En los años cuarentas llegaba el productor a mi casa a proponerle una película a mi papá. Luego iban con Marga López, Ismael Rodríguez o con otros famosos y firmaban un papel en el que se comprometían a hacer una cinta dos o tres años después. Con los tratos pactados avisaban a distribuidoras y exhibidoras, las que contestaban enviando un anticipo importante con el que rodaban la cinta. Hoy las cosas son al revés. El productor, una vez que terminó su película, inicia el peregrinar para convencer a distribuidoras y exhibidoras para que la metan en las salas. Ahí está el grave error. Es una locura. El cine de la época de oro estaba muy unido. Cuando se estatizó se desunió porque el Estado creyó que el cine era sólo producir, y no es así. Quedaron desunidos productores, distribuidores y exhibidores. Muchos alaban esa nacionalización del cine, a mí me pareció ridícula…”
(Fuente: Revista Telemundo, No. 45, 1999)
Sobre su gusto por el cine:
“…A mí lo que más me gusta del cine es que durante cuatro, cinco, seis, siete meses, está un guionista con sus colaboradores y director escribiendo un guión. Después pasa al pre-guión, luego ya lo imprimen, y empieza la producción y lo que tú quieras. Y todo esto viene punteado para que un día, el director o la directora de la película diga: “¡listos, cámara, acción! Y todo tiene que jalar, porque son muchas cosas las que tienen que jalar: que la foto, que las luces, que esto, que entra el cochecito, que se baja, que se va, que el sonido… Y eso es lo que hace fantástico al cine, que son miles de cosas que en ese determinado y específico momento todo tiene que funcionar…”
(Fuente: TAP, OnceTv México, 2010)