En la Red pueden encontrarse portales de citas sólo para personas discapacitadas, con problemas mentales o seropositivos

¿Preocupado o preocupada porque es seropositivo o seropositiva y no sabe cómo ni cuándo decirlo a la hora de ligar? La solución es entrar en el sitio web POZ Personals, creado expresamente para ayudar a personas portadoras del virus del sida a relacionarse, y no precisamente con su profesor de esgrima o con su abuelo. Es un sitio de búsqueda de pareja por Internet que se ofrece como “el mejor buscador de pareja” de sus características en la red.
The New York Times informaba en un reportaje reciente de la proliferación en Estados Unidos de buscadores de pareja online con criterios bastante más acotados de lo usual: hay buscadores sólo para personas discapacitadas, sólo para pacientes mentales, sólo para víctimas de enfermedades venéreas, etc.
Esta especialización atrae a ovejas que buscan su pareja en la salud pero sobre todo en la enfermedad, parafraseando los famosos votos conyugales, y que no quieren tener que enfrentarse al terrible momento de decir “la verdad” de sus circunstancias a una pareja que no las comparte. En estos sitios todo el mundo sabe a lo que va, sin sorpresas y sin juicios finales.
-¿Parejas guetto?
Se podría objetar que eso equivale a entrar en guettos de pareja, pero esos guettos hace tiempo que existen en la vida real. No son muchas las personas sanas que aceptan fácilmente la perspectiva de emparejarse con alguien que es portador del virus del sida o que padece una grave discapacidad. Sacrificios que se está dispuesto a hacer por un amor consolidado pueden dar al traste con una pasión incipiente.
Por eso los usuarios de estos sitios han decidido que la unión hace la fuerza, sin que eso signifique aparcar toda exigencia. Por ejemplo Sherry Nevious, de 52 años, que nació con parálisis cerebral y que se desplaza con silla de ruedas –aunque su movilidad y su autonomía son bastante buenas-, declara al Times que busca un novio discapacitado como ella, siempre y cuando cumpla con un requisito innegociable y para ella fundamental: que le gusten los animales. “Mi perro y yo vamos en el mismo paquete”, advierte.
**Publicado en "ABC"