¡Ya he vuelto de mi pequeño viaje a Oporto! En realidad ya llevo varios días en España, pero el poco tiempo disponible y las obligaciones no me han permitido actualizar antes. ¡Qué decir de la maravillosa Oporto! ¿Con el adjetivo 'maravillosa' os queda claro? :) Me ha encantado la ciudad y el buen ambiente existente en la segunda ciudad de Portugal, pero creo que tras mucho meditarlo, para mí se convierte en la primera, de momento.
Decidimos ir a Oporto por lo barato que era, tanto el viaje como el alojamiento, nos salió tirado de precio, pero luego nos ha parecido un destino inolvidable. Cuenta con la decadencia que ya considero típica de Portugal. Esa milimetrada dejadez en construcciones y fachadas, que le da un encanto excepcional a cada rincón de Oporto. La he bautizado como 'la ciudad de casitas de colores que se reflejan en el río Douro'. Es un poco largo, pero la primera foto que adjunto confirma que la definición es acertada. Son las casitas de la Ribeira do Douro, un paseo a orillas del río con el mejor ambiente de bares y restaurantes de la ciudad, muy buena variedad gastronómica y buen precio. Un día pudimos cenar en uno de estos restaurantes, con las mejores vistas de la ciudad. En la segunda foto podréis ver lo cerca que estábamos del puente y del río. Simplemente impresionante.
En la ciudad de Oporto no hay muchos monumentos o puntos de interés para el turista. Al menos no hay tantos como en Lisboa, ciudad con la que yo lo comparaba a cada momento, aunque no tienen nada que ver en realidad. Podemos visitar el centro más señorial y elegante de la ciudad, que es la Avenida dos Aliados. También es interesante visitar las múltiples iglesias que surgen en cada esquina, la mayoría de ellas con hermosos azulejos de color azul, uno de los símbolos del país. A destacar la Torre de los clérigos, desde cuyo punto más alto se divisa toda la ciudad, un increíble mosaico de tejados naranjas con el Duero como única disonancia. Por último, la librería Lello e Irmao es una visita imperdible en Oporto, con su impresionante escalera roja. Es el lugar dónde se rodaron algunas de las escenas de Harry Potter, y para mí es la librería más hermosa que he visto en mi vida.
A otro lado del río Duero esta Vilanova de Gaia, otro municipio pero la misma ciudad. En esta parte están las afamadas bodegas del vino Oporto. Desde este lado se obtienen también las mejores fotografías de toda la Ribeira do Douro. Están aquí las embarcaciones que transportaban antiguamente el vino de una orilla a otra, y que ahora permanecen ancladas perennemente en este lado del Duero, mejorando si cabe la instantánea de la ciudad. Nosotros pudimos subir al mirador de la Sierra del Pilar, que no está muy lejos, y la panorámica es espectacular!
Además nos dió tiempo a acercarnos a Guimaraes, considerada la cuna del país, y que casualmente es la 'Ciudad europea de la cultura 2012'. Es una pequeña ciudad medieval que está a unos 50Km de Oporto, a la que se puede ir cómodamente en tren. Tiene un castillo muy bien conservado, cuya visita es gratuita, y está considerado como una de las maravillas actuales de Portugal. También pudimos subir en teleférico hasta la Montaña da Penha, desde donde se tienen las mejores vistas de Guimaraes, y existe un hermoso parque natural dónde perderse y disfrutar.
No
nos quedaba mucho tiempo para pasear por esta hermosa ciudad, que más
que para visitar está pensada para disfrutar. Por eso decidimos
acercarnos a Foz do Douro, la desembocadura de tan conocido río. Allí
pusimos el broche de oro al viaje, paseando por la playa, sintiendo el
fuerte oleaje del Atlántico en nuestra piel, y contemplando uno de los
más hermosos atardeceres de nuestras vidas. Así acabó la visita a
Oporto. El sol de Portugal se fue, pero volverá a brillar en otro
destino, en otro viaje que espero sea tan excepcional como éste.