En las redes de tus sueños

Una vez nuestros caminos se cruzaron, deambulaban inertes por el medio que nos sustentaba, sin rumbo fijo, con una única razón, una sóla causa, pero sin motivo real que afianzara nuestros pasos.

Y sin embargo nos reconocimos en el preciso momento en el que la razón tornó en una extraña y sutil forma irreal y vera al tiempo en nuestras mentes. Me viste y marcaste sutilmente, volví la mirada y te vi, por primera vez… marchando para evitar ser reconocida entre multitudes. Pero dejaste una profunda huella en mi, sin querer o con conocimiento, y te seguí a los confines de aquello que tanto me aterra… y entré en tu hogar entre el calor de su acogimiento.

En cada paso que daba buscaba tu sonrisa, tu mirada, un gesto que me otorgara el poder de volver a encontrarme contigo, …

Convertiste mi vigilia en una realidad paralela, y mis sueños en aquello que se torna real sólo para nosotros, siendo estos momentos que compartimos aquellos que reconozco como nuestros y reales. Divido el tiempo en dos, aquél que pasa deprisa con tu compañía por bandera…. y aquél que se muestra despacio para regocijarse en su lentitud de saberte lejos a cada segundo…

La Luna, cómplice furtiva de nuestros encuentros, nuestras realidades, sueños que deseamos no recordar en aquellos instantes en que nos saboreamos… haciendo de nuestra única realidad lo que es cada vez que nos despertamos… un sueño.

Me robaste el alma del mundo de los vivos y la trasladaste allá donde mi corazón siempre quiso habitar, sabías que te seguiría sin demora y sin apenas percatarme de aquello que podía suceder,… me atrapaste entre las redes de tus sueños, y me hiciste volar y soñar contigo… no permitas que despierte jamás…

Si este amor tan sólo es posible en un mundo de fantasías, acecharé cada noche tu lecho para vivir bajo las redes de tus sueños.

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