En cada evento sobre Empleo 2.0 y Redes Sociales al que asisto o participo. Siempre hay alguien que manifiesta “no estar” convencido de la utilidad del Social Media como una vía para ampliar las oportunidades laborales.
Todas estas personas (incrédulas), poseen curiosos denominadores comunes que las caracterizan y que les otorgan un perfil muy similar:
- Están a punto de agotar el subsidio por desempleo y empiezan a sentirse desesperados.
- Están sobresaturados con la búsqueda tradicional a través de portales y anuncios de prensa.
- Están empecinados en encontrar el mismo empleo que tenían antes (con las mismas funciones) y por eso no han mirado otras opciones.
- No se han formado en lo más mínimo, desde la última formación académica recibida.
- Piensan que el gobierno, las instituciones y/o las empresas, y no ellos, son las únicas responsables de que no hayan conseguido trabajo aún.
Por lo general, siempre intervengo, y comienzo diciéndoles esta frase:
“Una vez te decides a considerar nuevas formas de hacer las cosas, nuevas cosas suceden.”
Este post va dirigido a todos los que aún no creen en las Redes Sociales como una vía válida, esencial y actual para encontrar ese trabajo que andan buscando.
Mi intención es desmitificar los 3 paradigmas que más resistencia crean a la hora de decidirse a utilizar el Social Media en la búsqueda de oportunidades laborales, en base a mis experiencias como especialista en Empleo 2.0:
Los 3 paradigmas que más resistencia crean a la hora de buscar empleo a través de las Redes Sociales:
Paradigma Nº 1.- Ya lo he intentado y no entiendo aún lo que hay que hacer. No sé ni siquiera por dónde empezar
Piensa por un momento en esta ilustración que te voy a plantear: “¿Qué haces cuando te sirven un bistec de ternera? ¿Lo enrollas y te lo metes todo en la boca?”
Seguramente empezarás a cortarlo en trozos desde el extremo más tierno y luego poco a poco lo irás consumiendo.
Pues el mismo principio aplica con las Redes Sociales. Empieza con pequeños trozos y verás como en poco tiempo estarás abarcando lo suficiente como para empezar a notar los resultados.
De hecho, en mis cursos para principiantes, recomiendo siempre utilizar un método que he ideado y aplicado con gran éxito y que he denominado “La Regla de los 25”. Una estrategia, en la que se puede enfocar la búsqueda de empleo, de forma sencilla y eficiente en las redes sociales a las que pertenezcas.
Nadie puede decir aún que es experto en Social Media, pues se trata de una técnica incipiente, que data de hace apenas unos años, por lo que nadie espera tampoco que seas un experto de la noche a la mañana. Sobre todo porque todavía hay mucho por probar, descubrir y experimentar.
Somos humanos, y todavía no estamos capacitados para realizar grandes cosas, si antes no las separamos en pedazos más pequeños y las hacemos por partes.
Con “La Regla de los 25” puedes empezar a conseguir contactos importantes para tu profesión en su sólo día, para luego empezar a moverte hacia grupos, y finalmente decidirte a crear los tuyos.
Paradigma Nº 2.- Las Redes Sociales son cosa de adolescentes. Yo estoy demasiado viejo/a para eso
Todo lo contrario… Reflejar un buen perfil en las redes sociales, publicar contenidos en blogs, colgar un CV en un portal 2.0 y difundir el perfil profesional en Twitter, es un método combinado mucho más efectivo para alguien mayor de 40 años, que buscar empleo con un currículo de papel.
Realizar acciones en red y gestionar nuestros contactos permite en cierta forma esconder los paradigmas asociados a la edad, y muestra a las personas por su capacidad y potencial dejando a las variables que puedan considerase limitantes (como la edad) camufladas dentro de las virtudes.
Por otro lado, no hay nada más adulto que Twitter y no hay una tendencia de uso más madura que Facebook cuya intención de uso demográfico está ya en 55 años de edad; eso sin contar que los perfiles de las personas adultas en las redes profesionales como XING y LinkedIn son mayoría.
De hecho, muchos de los mejores autores de libros son personas que tienen más de 50 años, lo que dice mucho sobre su capacidad.
El Social Media no es un asunto de edad, sino de la disposición a iniciar, adaptar y probar cosas nuevas, abriendo la mente a sus posibilidades y a participar de los resultados.
Paradigma Nº 3.- No tengo tiempo para dedicar a las Redes Sociales, ese tiempo lo invierto en buscar trabajo que es lo que necesito
Las Redes Sociales no añaden ni restan tiempo a la búsqueda de empleo, más bien optimizan cualquier tiempo que se dedique a esta actividad.
Pensar que gestionar nuestros contactos es una pérdida de tiempo, es un miedo establecido desde que empezamos a navegar por Internet, así que nada ha cambiado desde entonces, simplemente nos dedicamos más a lo que las tendencias nos indican.
Y ahora, la razón para navegar en Internet es precisamente encontrar trabajo. Así que lo único que debes hacer es organizarte, para que frente al ordenador/computadora, dediques todo el tiempo posible a esta tarea y a nada más.
Diseña un plan de uso de tiempo y síguelo, muchas personas ponen como excusa a las redes en si, cuando el problema es que no saben o no quieren organizar su tiempo.
Si lo analizamos bien, es el mismo tiempo que invertiríamos visitando a pie a decenas de empresas para dejar el currículo. En las Redes Sociales, este tiempo se optimiza sentado cómodamente frente a la pantalla.
Termino con una frase que escuché alguna vez a manera de reflexión: “La mayor resistencia es la misma resistencia. No aceptes ni siquiera tus propias excusas”.