Le empezamos a seguir la pista, después de ver las camisetas que hizo sobre una canción del grupo Mishima, y cada vez que vemos esos dibujos tan característicos nos paramos a mirar...
Lo reconozco, el de Mazoni me lo llevé cuando acabó...El año pasado visitamos su exposición en la Casa de l'Oli de su ciudad natal, Vilareal, donde supongo que seguirán los murales que pintó.
Nos dan ganas de alquilar películas en el videoclub Deuvedes, de Barcelona, al que le pintó la persiana... Y a la dependienta.
Y ahora podemos leer y contemplar su última obra en casa. Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End, "un libro de ilustraciones relatadas", como comentaba en esta entrevista de radio3. Con alguna cara conocida e historias contadas de una forma muy original.
Podéis seguirle la pista, y los lugares donde firma, en su facebook y twitter.