En los próximos días se podría definir si se prohíbe Tiktok en los Estados Unidos

En un movimiento sin precedentes, el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes aprobó unánimemente el pasado jueves 7 de marzo un proyecto de ley que plantea un ultimátum a ByteDance, la empresa matriz de TikTok: deshacerse del control de la aplicación en un plazo de 165 días o ser retirada de las tiendas de aplicaciones en Estados Unidos. Esta propuesta bipartidista, que se discutirá en sesión plenaria esta semana, cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, que ha prometido firmar la ley si es aprobada por el Congreso.

TikTok ha respondido a esta medida con vehemencia, argumentando que el proyecto de ley equivale a una prohibición total de la plataforma en el país. En un esfuerzo por movilizar a sus usuarios, la red social publicó un mensaje instándolos a contactar a sus representantes en el Congreso para expresar su oposición a la prohibición, citando preocupaciones sobre la libertad de expresión y el impacto negativo en millones de negocios y creadores de contenido.

La reacción del Congreso a la campaña de TikTok ha sido mixta, con algunos legisladores criticando la influencia de la aplicación, propiedad de una empresa china, en el proceso legislativo y acusándola de difundir propaganda del Partido Comunista de China (PCCh).

Las acusaciones contra TikTok se centran en preocupaciones de seguridad nacional, específicamente el temor de que los datos recopilados por la aplicación puedan ser accesibles para la inteligencia china. Aunque TikTok insiste en que los datos de usuarios estadounidenses se almacenan en Estados Unidos y Singapur, y no son accesibles por empleados en China, las dudas persisten, especialmente después de que ByteDance admitiera haber despedido a empleados que espiaron a periodistas utilizando datos personales.

La posibilidad de una prohibición de TikTok en Estados Unidos no es nueva; ya en 2020, la administración Trump intentó forzar la venta de las operaciones estadounidenses de TikTok. Sin embargo, la medida fue revocada por Joe Biden, en un intento por suavizar las tensiones con Pekín. A pesar de esto, el debate sobre la seguridad nacional y la libertad de expresión continúa, con otros países habiendo ya tomado medidas contra la aplicación.

Mientras TikTok se convierte en un campo de batalla político y legal, el futuro de la aplicación en Estados Unidos permanece incierto, con implicaciones significativas para la libertad de expresión, la seguridad nacional y el paisaje de las redes sociales en el país.