La salida de Richard Branson de Virgin Money por 520 millones de dólares pone de relieve las cicatrices de sus inversiones en empresas de “cheque en blanco” (SPAC por sus siglas en inglés). Así lo publicaba ayer M. Elena Vallés en el Diario de Mallorca: “El fundador de Virgin Group, que hace un año atesoraba una fortuna de casi 2 mil millones de dólares, ha visto cómo su patrimonio neto se ha reducido a la mitad en los últimos meses, informa Bloomberg, lastrando una de las mayores fortunas de Gran Bretaña.
“Las fuertes caídas de las acciones de las empresas de ‘cheque en blanco’ en las que Branson invirtió, principalmente compañías estadounidenses, han reducido su valor colectivo hasta en un 95%. La participación de Branson en Virgin Money, que ahora se vende a Nationwide Building Society, era uno de sus activos cotizados más importantes, y su salida del mercado público significa un duro golpe para su imperio. Este tipo de compañías se crean como un vehículo para reunir fondos y así comprar o fusionarse con otra firma. Son empresas que no llevan a cabo una actividad económica. La aparición de las SPAC responde a la necesidad de los inversores de poder invertir en compañías que no cotizan en bolsa, pero que poseen un potencial de alto crecimiento, como startups o unicornios.
“Pero no todo son malas noticias para Branson. Algunos de sus activos, como el hotel de cinco estrellas en Mallorca, Son Bunyola, o su división de licencias, siguen generando ingresos considerables. Además, Virgin Group ha lanzado nuevas divisiones en los sectores hotelero y de cruceros, y su brazo de capital riesgo ha realizado inversiones exitosas en empresas como Pinterest o Block.
El establecimiento de Son Bunyola, tal y como señala Bloomberg, es uno de los activos más importantes y seguros del multimillonario británico. Branson compró la espectacular finca de Banyalbufar hace 30 años. El pasado mes de junio fue inaugurada como uno de sus exclusivos hoteles de Virgin Limited Edition. “Amo Mallorca y siempre he estado enamorado de la Tramuntana”, expresó el día que cortó la cinta. También recordó los avatares que hubo de pasar para sacar adelante el hotel y las dificultades para obtener los permisos. La antigua possessió se ha convertido en un hotel singular de 26 habitaciones y tres villas independientes. La adquirió en 1994 a los herederos del empresario de Sóller, Josep Puig Canals.
La experiencia de Branson con las empresas de “cheque en blanco” sirve como advertencia para otros inversores. Si bien estas empresas pueden ofrecer oportunidades de crecimiento rápido, también conllevan un alto riesgo. En palabras de Claire Madden, socia gerente de la firma de capital privado Connection Capital, a Bloomberg, “al final del día, se trata de ganar dinero”.
A sus 73 años, Branson sigue siendo un titán de la industria empresarial. Sin embargo, la salida de Virgin Money y el declive de sus inversiones en empresas de “cheque en blanco” lo obligan a replantear su estrategia y buscar nuevas formas de impulsar su imperio.