Revista Opinión
En manos de quién estamos: un hatajo de inútiles, cínicos y mentirosos a los que les importa un pito nuestro hundimiento total porque ellos están absolutamente apalancados.
De modo que era Rodrigo Rato, el tipo que fracasó totalmente en su intento de salvar la economía de su propia familia, que completó exhaustivamente la formación de la burbuja inmobiliaria, que Aznar, Bush et alteri colocaron al frente del Fondo Monetario Internacional de donde salió corriendo, asustado, y al que su correligionario Rajoy puso al frente de Bankia, antes Caja Madrid, para que este “emporio de riqueza” y fuente absoluta de enchufes, no cayera en manos de su odiada enemiga, el que iba a manejar sabia y discretamente la que todos decían que era la cuarta entidad financiera de España, de modo que este genio llevó a dicha empresa en un tiempo absolutamente record a convertirse en el elemento decisivo, totalmente catalizador de la quiebra irremediable a la que todo este conjunto de señoritos tan inútiles como vagos y sinvergüenzas iba a llevar a su querida España.
Mientras que su odiada rival, la sin par Esperanza Aguirre, enriquecía su ya larguísima historia de trampas, espionajes, chantajes, enchufes y zancadillas, boicoteando solapadamente todo lo que sus “compañeros” hacen porque a ella lo que de verdad le interesa es que fracasen plenamente cuanto antes para así tener ella, al fin, su oportunidad, aquella para la que vive y nos oprime y chulea a todos, porque ella no es más que eso, una chulapa madrileña castiza y retrechera.
Y ante esta inacabable conspiración de incompetencia y traición qué coño es lo que puede realmente hacer el señor de los hilillos y lector del Marca. Lo que hace, nada, porque el mejor de sus maestros le enseñó con su suprema lección que “si uno tiene la paciencia suficiente las cosas acaban por revolverse ellas solas”, Franco, lo que, lógicamente, conduce a la más perfecta de todas las situaciones, la completa inacción, es por eso que ese genio de la ironía y del dibujo, el inefable Peridis, lo pintaba hasta hace muy poco como un señorito gandul que esperaba tumbado y fumando a que el tiempo fluyente le resolviera las cosas, como así sucedió y el colmo de la inutilidad registradora pernocta ahora, todos los días, en La Moncloa.
Porque, siguiendo su lógica marcadiana, ha situado al frente de la banda que tiene que sacarnos a todos nosotros de este desastre, al mayor de los especialistas en ellos que hay, el tipo que colaboró activamente en el hundimiento de Lehman Brother, motivando así la aparición de este colapso económico financiero que asola al mundo, ni más ni menos que al tal de Guindos.
Y el tío que, según la diputada canaria, se tomaba a broma la situación, Montoro, y quería que todo se hundiera de una puñetera vez para entonces venir él a arreglarlo ayuda a todos éstos a que cumplan más eficazmente su misión.
La solución no podía ser otra que la que ha sido: por favor, vengan ustedes, como siempre, a resolvernos el problema, pero, por favor, háganlo disimulando, para que no sufra nuestro orgullo porque nosotros llevamos toda nuestra vida viviendo del cuento.
Esto es lo que sucede cuando el eros nos lleva irremediablemente al tánatos, o sea, cuando el pronóstico, terrible pronóstico de los marxistas, se cumple inexorablemente, cuando la sociedad industrializada que nos oprime decide que todavía más importante para ella es el opio que obnubila totalmente nuestras mentes que la propia explotación, porque es mucho más decisivo para sus fines que no sepamos ni queramos pensar sobre los motivos de nuestra propia tragedia que la tragedia en sí.
Por eso, los más ambiciosos de los canallescos depredadores: Florentino, Botín, Francisco González y el propio Alierta vuelcan sus esfuerzos tanto más que en imponer reglas cada vez más abusivas en los mecanismos de producción, en inducir decididamente a las masas a que se emborrachen de fútbol a fin de que su ya insuperable ebriedad les haga olvidar sus irremediables penas.
Y, así, mientras el 1º hace objeto mayor de sus preocupaciones el Real Madrid, RM, los otros, además de ayudarle decisivamente a financiar ese engendro supercapitalista, mafioso, fascista y franquista, sufragan igualmente todos los gastos encaminados a que el pueblo sólo vea lo que ellos quieren y así se instaura la liga BBVA como la mejor liga del mundo, mientras el tipo de los tirantes rojos y el que hizo trampas con las acciones de Tabacalera apoyan decididamente en todo el mundo el imperio de un deporte que es esencialmente irracional, mientras que el hombre que va pidiendo a gritos por todas las esquinas del mundo que nos intervengan de una puñetera vez, se irá el domingo a Polonia a ver jugar a la Roja, porque ésta es para todos los mentecaptos lo único REALMENTE importante que nos va a suceder estos días a todos los españoles de bien, como el jodido cínico dice, mientras su ministra de no sé afirma que no ve otra solución que la que nos quiera proporcionar la Blanca Paloma.