El exsecretario de Relaciones Exteriores mexicano Jorge Castañeda tildó hoy de “tibia” la reacción del Gobierno de Enrique Peña Nieto a la prohibición de las autoridades de Cuba de dejar entrar en la isla a su antecesor Felipe Calderón para acudir a un homenaje a un disidente fallecido.
“Me parece lamentable y condenable que el Gobierno de Cuba le niegue la entrada a un expresidente de México, porque la investidura en cualquier país del mundo, y en México en particular, dura”, manifestó Castañeda a la cadena Televisa.
El martes por la mañana Calderón denunció no haber podido abordar un avión con el que iba a viajar a La Habana para asistir este miércoles a un acto de homenaje al fallecido disidente cubano Oswaldo Payá (1952-2012).
En una entrevista con Efe horas después del incidente, Calderón consideró la medida “triste”, “despótica”, “indignante” y “tonta”, y agregó que además “hace añicos” la reciente expectativa de “que las cosas cambiarían” en la isla caribeña.
Castañeda recordó que “un expresidente no es una persona (corriente); es alguien que tiene una vinculación importante con el Estado mexicano, tiene un pasaporte diplomático, tiene una pensión vitalicia, un pequeño equipo de seguridad, es, como en todos los países del mundo, alguien que fue electo democráticamente”.
Se trata de “un acto muy poco amistoso, muy hostil del Gobierno de Cuba al Estado mexicano y me parece que la respuesta de Gobierno de México, del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, fue muy tibia”, recalcó.
“Se limitaron a lamentar el hecho, no llamaron al embajador cubano a Relaciones (Exteriores) para entregarle una nota de protesta”, denunció.
El excanciller de Vicente Fox (2000-2006) subrayó que Cuba “es una dictadura” y “las dictaduras impiden que hayan actos de apoyo de solidaridad o de recuerdo” de las personas “que se opusieron a ellas”.
No obstante, expresó también su sospecha de que hubo un cálculo político por parte de Calderón y del Gobierno de Raúl Castro.
Al primero “no le salió mal” la jugada si la idea era llevar a cabo un acto de “provocación” como parte de un supuesto anhelo de “expiar sus pecados” del pasado, sostuvo Castañeda en alusión a la negativa de Calderón a reunirse con Payá en una visita a Cuba cuando gobernó México (2006-2012).
Por su parte, los cubanos “midieron bien que no pasaba nada porque saben que el Gobierno de Peña es un Gobierno de apoyo incondicional a la dictadura cubana, como ya lo vimos con la condonación de la deuda cubana con México y cuando viajó a La Habana y no quiso reunirse con disidentes”, agregó.
Por último, indicó que le “da gusto” ver que Calderón “se sume por fin a la lucha por la defensa de los derechos humanos y la democracia en Cuba porque no lo hizo durante su sexenio”.
“Qué hipócrita ha sido y qué lástima que no lo hiciera cuando era presidente”, zanjó.
Mientras Castañeda fue canciller de México, la relación del país con Cuba atravesó por uno de sus peores momentos en décadas a raíz de varios choques diplomáticos.
El más sonado fue por una comunicación telefónica en la que Fox le pidió a Fidel Castro, entonces presidente cubano, que participara en la comida de una cumbre multilateral en México y se fuera de inmediato para no toparse con su homólogo de EE.UU. George W. Bush., y después el mandatario cubano difundió el contenido de la llamada.
Con información de EFE.
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