El Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo que obligaría a los patrones a dar a sus trabajadores domésticos un listado por escrito de las actividades a realizar.
La iniciativa, suscrita por Antonio Mejía Haro y Carlos Navarrete Ruiz, precisa que esas actividades deberán ser inherentes al hogar y que deberá establecerse, forzosamente, un día de descanso por cada seis días de trabajo, con goce de salario íntegro para los empleados. En caso de que el servidor tomara la decisión de no salir el día de su descanso, no deberá ser molestado.
La iniciativa también precisa que el empleador no podrá discriminar a los trabajadores domésticos, interrumpir su descanso nocturno, obligarlos a laborar el día de su descanso o durante el período vacacional, ni impedirles expresarse en su lengua u obligarlos a abandonar sus costumbres culturales, porque, según la propuesta, recurrentemente los empleados de origen indígena son obligados, incluso, a cambiar su forma de vestir. Agrega que, según la legislación laboral, los alimentos y la habitación deben ser proporcionados gratuitamente por el patrón y, pese a ello, algunos empleadores descuentan a los trabajadores lo que consumen.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010 precisa que en el país existen dos millones 100 mil personas que trabajan en hogares realizando las labores de limpieza a cambio de bajos salarios y excesivas cargas de trabajo.
Del total de los empleados domésticos que hay en nuestro país, un millón 922 mil son mujeres y sólo 178 mil son hombres. Nueve de cada 10 trabajadores domésticos no cuentan con un contrato laboral establecido entre el patrón y el empleado.
Incluso, revela que el no tener un contrato laboral impide que cuenten con aguinaldo, servicios de seguridad social, vacaciones, reparto de utilidades, Afore, vivienda, prima vacacional o seguro de vida.