Revista Diario

En México todo es posible

Por Desmadreando @desmadreando

Volver a México es reencontrarme con todos mis códigos culturales. Lo que más me llama la atención no es volver a decir güey, desayunar huevos en vez de cenarlos, cambiar la Coca Cola por el agua de sabor ya sea limonada o agua de jamaica, si no lo que más me llama la atención, es caer en cuenta de que en México todo es posible.

Los primeros días entre el jet lag y que parezco la hija bastarda de Paulina Rubio y Hugo Sánchez por el acento, acepto que me sorprende siempre ésta filosofía. Por darles un ejemplo, llegue sola al aeropuerto con una rodilla lastimada y dos niños desmadrosos que no durmieron más que una hora de las once de viaje. Así que me solicitaron silla de ruedas debido a que el cochecito no me lo entregarían en la puerta del avión, sino hasta la salida de equipajes.

Llegó el joven (manera en que los mexicanos llamamos a todas las personas que sean dependientes-meseros-auxiliares) a ayudarme. Con una mano empujaba la silla de ruedas, con otra la maleta de mano pero eso todavía es "normal"; lo que ya me sorprendió fue cuando me preguntó si quería que me ayudara con el equipaje.

Le respondí que si, que por favor le dijese a alguien de los chicos maleteros si nos ayudaba, y el respondió que él solito podía. Yo en silla de ruedas, el cochecito del bebé, dos niños pequeños y 2 maletones enormes. Ya sé, debería aprender a viajar ligero pero con niños es misión imposible.

Y entonces recordé que en México todo es posible.

Hoy fuimos a comer a un restaurante y lo bueno o malo de trabajar online es que no importan las distancias o el horario, mientras el móvil tenga pila no hay problema. Sin embargo, a la mitad de la comida me entró el nervio que tenía que marchar porque tenía pendiente cosas importantes y me había quedado sin pila en el peor momento.

El mesero escuchó que quería marcharme sin siquiera probar el postre que era lo más famoso del restaurante y en eso me dijo que no me preocupara ¡que me cargaría el móvil! Y en eso puso una de estas cosas en la mesa:

En México todo es posible

Si, estoy totalmente fuera de onda como dicen mis sobrinos. Todos se conectaron y yo pude seguir trabajando.

¡Ah! Y además pude disfrutar del delicioso postre de plátanos con galleta maría, helado de vainilla y bañado con cajeta.

En México todo es posible

En México, TODO ES POSIBLE.

Así que les comparto un poema que me encontré una heladería y que la pequeña desmadrosa quería que le leyese.

Sería que soy expat y entonces todo cobra otro sentido, pero sin duda México creo en ti, porque TODO ES POSIBLE.

Ricardo López Méndez

Imagen destacada vía @mexicodf


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