En modo vacaciones

Qué días más eternos se hacen estos en los que sólo haces que mirar hacia delante y ves allí en el horizonte la maleta y no llega, no llega. De momento hoy para ir abriendo boca es fiesta en muchas comunidades de España por lo que tenemos un largo fin de semana para disfrutar del ansiado buen tiempo, falta ya ¿eh? después de cuatro, sí, cuatro fines de semana pasados por agua...bueno como no tengo complejo de muer del tiempo -aunque a veces lo parezca- sigo con el post de hoy.En estos días ando recordando mis anteriores vacaciones, somos un poco kilometreros, quiero decir, de los que cogen el vehículo y meten horas en la carretera. Otros años solíamos alquilar una autocaravana pero desde que está la peque, a pesar de que el primer año lo hicimos, no hemos vuelto y este año, al final nos hemos quedado con las ganas. Y como el ser humano es así, mira y ansía lo que no tiene y se olvida por completo de lo afortunado que es, ando soñando yo, estos días con caravanas y autocaravanas.
En modo vacaciones

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Nosotros somos más de autocaravana o camper que de llevarla a cuestas, la movilidad que te da una autocaravana, es mucho mayor. Te da la oportunidad de vivir unas vacaciones súper románticas y un poco hippies.
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Eso sí, todo tiene sus pegas, un caracol -como yo le llamo- no te permite ir a cualquier sitio, típico paisaje idílico frente al mar, para conseguir algo así, a veces tienes que dar muchas vueltas, ya que hay muchas zonas -cada día más- que están limitadas en altura y estos encantadores bichitos no pueden pasar, todo tiene su recompensa porque para mí abrir la ventana y encontrarte a pie del mar, no tiene precio. Por eso hay que empezar a ahorrar, destino una California, que aunque sin baño y ducha, es más pequeña.
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