Revista Belleza
Hace unos meses os hablé de Demak Up, una marca de discos desmaquillantes (y más productos) que es "de toda la vida". Aprovecho hoy para dar un doble repaso: las gamas más interesantes de esta marca...y la importancia de la limpieza facial...siempre, en otoño, empezamos curso partiendo de un análisis. En mi caso, os cuento cómo veo mi piel y cómo voy a organizar mi respuesta personalizada a su estado.
1. Rentrée...o nuevo curso... Evaluación de necesidades en mi piel y organización de la respuesta. Ya sabéis, porque siempre lo digo y más estos días, que el otoño es para mi el mes de los nuevos propósitos - más que el inicio de año - . Y para hacer propósitos, primero hay que evaluar. Es duro afrontar el espejo (de cerca y con ojo crítico, me refiero) pero también constructivo. Este año, he afrontado un ataque de acné que os he referido en varias ocasiones y he llegado a la conclusión de que - no sé exactamente porqué motivo, pero barajo una confluencia leve de varios- aunque tengo el poro más limpio y más cerrado, estoy desarrollando una pequeña tendencia a que me salga algo de acné "sin punta" en algunos momentos, en alguna zona del rostro (especialmente mejillas y barbilla).
Ante esto...por una parte me alegro de que mi poro, siempre abierto, se vaya atenuando...pero por otra me fastidia lidiar con un problema que hacía añísimos no tenía.
El cómo afrontarlo...lo tengo claro: LIMPIEZA, LIMPIEZA Y LIMPIEZA. Esto lo he cumplido siempre y lo sabéis...pero me planteo que quizá debo mantener la constancia...pero aumentar la profundidad.
2. Limpieza: No confundir con desmaquillado, no son lo mismo.
Un fallo de principiante que tenía hace ya años, y que aún leo en algunos posts de la red, era confundir el formato "limpiadora" con "desmaquillante". Evidentemente, no es lo mismo limpiar la piel de impurezas que retirar el maquillaje: los productos, ingredientes y formatos pueden ser muy diferentes. Luego, hasta hace poco, no confundía pero compraba casi exclusivamente desmaquillantes: por las mañanas me lavaba con agua, cuando me maquillaba luego usaba el desmaquillante y en la ducha, usaba de nuevo agua y periódicamente, exfoliante. Con el brote de acné me replanteé esta costumbre, y ahora en casa siempre tengo al menos, una limpiadora y un desmaquillante. Por la mañana y antes de mi rutina nocturna (en la que igual he pasado la tarde sin maquillarme pero haciendo faenas domésticas que han podido ensuciar la piel de mi rostro), siempre uso limpiadora. Los discos Sensitive, ideales para pieles sensibles, también me gustan mucho para este momento de limpieza.
3. Desmaquillado de ojos: Yo, siempre aparte.
Otro tema que leo a veces por ahí es la costumbre de usar, para los ojos, el mismo producto que para el rostro. Yo - que tengo los ojos delicados en el sentido en que muchos desmaquillantes me escuecen - me he acostumbrado al bifásico y por suave y delicado que sea el desmaquillante de rostro...nunca lo uso en la delicada zona de los ojos. Además, los desmaquillantes suelen tener productos astringentes que no convienen en la delicada zona del contorno ocular. Los discos Originales me gustan porque me permiten "graduar" su suavidad, dependiendo de lo cargado que haya sido mi maquillaje.
4. Desmaquillado de rostro: Siempre con "remate".
Ya sabéis que soy firme defensora del tónico y/o el agua micelar. Y a eso me refiero con este post. Siempre me gusta rematar mi desmaquillado con un toque de "agua" (sea el primero o la segunda) que me aseguren que mi piel está libre de residuos, la refresque y la deje tonificada. Ahora, aún más.
En este sentido, los discos Expert, especialmente en formato grande, me gustan mucho para este menester.
5. Y a grandes males...grandes remedios. Porque, aunque no soy partidaria de desmaquillar con toallitas...ya sabéis que siempre insisto en que, a riesgo de saltarnos este paso...¡¡mucho mejor tener siempre a mano un paquetito salvador!! En el caso de las Demak Up, se aconsejan las "Suavidad" para pieles sensibles y secas y las "Frescor" para mixtas-grasas. Ambas son igual de efectivas, pero es cierto que la sensación y el aroma difieren, siendo más delicadas las primeras y más fresquitas las segundas.
Y hasta aquí mi nueva, completa y perseverante rutina de limpieza. Que no es poco. ¿Y la tuya, cómo es?
BESOS!!