www.informecifras.com
Por décadas, esta ciudad californiana -Santa Ana- ha sido el corredor comercial latino del condado de Orange, al sur de Los Ángeles.
Pero por estos días en sus calles hay mucho más que ajetreo de compraventa.
La zona está siendo sometida a un proceso de renovación que ha fomentando la llegada de nuevas tiendas con una oferta orientada a una clientela más amplia y angloparlante.
Y con los cambios llegó la disputa.
Los comerciantes tradicionales, hispanos en su mayoría, denuncian que el proyecto de “regeneración urbana” es un plan sistemático para desplazarlos, orquestado por los dueños de las propiedades que ellos alquilan y que son “blancos y preocupados sólo por ganar más dinero”, según señalan.
Los encargados de llevar adelante la transformación, en cambio, consideran que lo que está ocurriendo en Santa Ana no es sino el reflejo de una realidad demográfica: cada vez hay más jóvenes de origen hispano, pero nacidos en territorio estadounidense, que prefieren consumir otra clase de productos y el perfil de las calles está destinado a transformarse inexorablemente.