Delante, el artesano de toda su historia, Martin Scorsese, le señala con el dedo, pide algo para él, para su toro boxeador pero también para su criatura cinematográfica más emblemática después del Travis de Taxi Driver.Se trata de un momento del rodaje de Toro Salvaje (1980), una de las mejores películas de boxeo de la historia del cine y el ejemplo de un tándem irrepetible:
