En política no ha de haber presuntos

Bárcenas ha ingresado en prisión. Noticia que corrió como la pólvora y que ya conoce todo el País. Muchos pensamos que ha tardado mucho en entrar en prisión, ya que los delitos que se le imputaban eran de bastante gravedad y han causado alarma social. Luis Bárcenas ha sido senador por Cantabria entre el 14 de marzo de 2004 al 19 de abril de 2010, fecha en la que dimitió tras su vinculación al Caso Gürtel; además tras las elecciones generales del 2008 fue nombrado tesorero del Partido Popular, perteneciendo a su Comité Ejecutivo Nacional, de estos cargos dimitió el 28 de julio de 2009 tras ser imputado por el Tribunal Supremo en la mencionada trama de corrupción Gürtel. Pero más importancia que la trama Gürtel fue la de los “papeles de Bárcenas”, el 18 de enero pasado el diario El Mundo publicaba una noticia en la que decía que el tesorero del Partido Popular supuestamente había pagado sobresueldos en dinero negro por importes que irían de los 5.000 a los 15.000 euros mensuales a altos cargos de su partido. Y el 31 de enero el periódico El País publicaba los conocidos como “papeles de Bárcenas”. Hoy mi indignación es mayor, hoy siento más vergüenza de la clase política y me siento más alejado que nunca de nuestros políticos, de todos. Pero en especial del Partido Popular, porque ha sido mi partido, porque he estado muy vinculado al mismo, porque lo he sentido como mío. Si este fuera un País serio, si tuviéramos una democracia consolidada la persona (o personas) que nombró al Sr. Bárcenas como tesorero debería asumir responsabilidades por poner a un presunto delincuente en un puesto tan importante. Sí, y ahora muchos estarán pensando que solo son presuntos, que todavía no hay sentencia y que hasta que no haya una condena no se pueden exigir responsabilidades. Y yo discrepo, discrepo porque creo que la política ha de basarse en la honorabilidad, en el ejemplo, en el respeto más escrupuloso a la sociedad y sus leyes, porque una cosa son las responsabilidades políticas y otras las judiciales. Por eso, los responsables del nombramiento de este “presunto chorizo” como tesorero, los que han permitido que delante de sus ojos, se cometieran irregularidades tendrán que responder ante la sociedad, porque en política no ha de haber presuntos.