En plena calle de la ciudad de Santi Spítirus, en el centro de Cuba, Nelson suele gritar: “¡Viva el presidente Obama” Razón por la que ha ido preso en siete ocasiones, según asegura. Cuenta también que lo han agredido en prisión.
Esta fatalidad le costó su puesto de trabajo y la pensión de ayuda.
HispanoPost