En profundidad: 30 minutos o menos

FICHA TÉCNICA

Dirección: Ruben Fleischer

Argumento: Matthew Sullivan, Michael Diliberti

Guión: Michael Diliberti

Producción: Jeremy Kramer, Ben Stiller, Stuart Cornfeld

Producción ejecutiva: Brian Levy, Monica Levinson

Director de fotografía: Jess Hall

Director de producción: Maher Ahmad

Editor: Alan Baumgarten

Música: Ludwig Göransson

FICHA ARTÍSTICA

Nick: Jesse Eisenberg

Dwayne: Danny McBride

Chet: Aziz Ansari

Travis: Nick Swardson

Chango: Michael Peña

El comandante: Fred Ward

Kate: Dilshad Vadsaria

Argumento:

Nick, un repartidor de pizzas, colisiona con los grandes planes de dos aspirantes a delincuentes. Esta pareja de perdedores secuestra a Nick y le ata una bomba de relojería al cuerpo, amenazando con hacerla explosionar si él se niega a atracar un banco. Con tan solo un par de horas para hacer lo imposible, Nick pide ayuda a su amigo de toda la vida, Chet. Según pasan los segundos, Nick y Chet tendrán que lidiar con policías, asesinos a sueldo, lanzallamas, y su propio pasado.

Partimos de la base de que la película está repleta de cómicos y personajes disparatados, así que no tendría que ser difícil que saliera algo divertido y entretenido. Y así es, la película tiene con su absurda premisa de robar un banco contrarreloj por parte de un pizzero y su amigo de toda la vida, problemas y peleas personales incluidas.

McBride tiene un personaje bastante estúpido, en el sentido de que es tan tonto con sus ideas y visiones de negocios que te dan ganas de llevártelo al colegio de nuevo, pero es que el papel de Swardson es más tonto todavía, hasta el punto de que en realidad tiene momentos de lucidez.

Los cuatro actores, repartidos en dos parejas, funcionan, por separado y cuando se juntan, y consiguen arrancar más de una sonrisa con sus salidas e ideas, tienen unas actuaciones, que aunque no son de Oscar, sí que convencen.

También hay que tener en cuenta a Michael Peña, bastante presente en el cine actualmente y cómo no, a Fred Ward, con un pequeño papel pero bastante significativo.

Lo que uno puede esperar de esta cinta es diversión y locura, lo necesario para desconectar durante la casi hora y media que dura, y lo cumple. La realización es bastante limpia y se nota que Fleischer está curtido después de hacer Bienvenidos a Zombieland, ya que repite lo que se le da bien, como por ejemplo las escenas de más acción -curiosa persecución policial, por ejemplo-.

Por cierto, que nadie se vaya después de los créditos finales, tiene recompensa en forma de última ida de olla.