En profundidad: Bad teacher

FICHA TÉCNICA

Dirección: Jake Kasdan

Guión: Gene Stupnitsky, Lee Eisenberg

Producción: Jimmy Miller, David Householter

Producción ejecutivo: Jake Kasdan, Gene Stupnitsky, Lee Eisenberg, Georgia Kacandes

Dirección de fotografía: Alar Kivilo

Dirección de producción: Jefferson Sage

Edición: Tara Timpone

Diseño de vestuario: Debra McGuire

Música: Michael Andrews

FICHA ARTÍSTICA

Elizabeth Halsey: Cameron Díaz

Scott Delacorte: Justin Timberlake

Amy Squirrel: Lucy Punch

Director Wally Snur: John Michael Higgins

Russell Gettis: Jason Segel

Lynn: Phyllis Smith

Argumento:

Elizabeth Halsey es una profesora a la que su profesión le importa una M… Es malhablada, despiadada, y salvajemente inapropiada. Bebe, se coloca, y su única meta es casarse con un hombre adinerado para poder dejar su trabajo como profesora de instituto. Cuando su prometido la deja, desarrolla un plan para enamorar al rico y guapo profesor suplente, pero para ello tendrá que competir contra una colega demasiado enérgica, Amy, y combatir las insinuaciones del irreverente profesor de gimnasia. Las escandalosas confabulaciones de Elizabeth tendrán brutales consecuencias que impactarán a sus alumnos, sus compañeros, e incluso a la propia Elizabeth.

Comedia irreverente llena de palabrotas y situaciones que es mejor no repetir porque nos podemos meter en problemas. Se nota que Cameron Díaz está cómoda con la comedia, y más si es tan despreocupada como ésta.

De todos los actores, Lucy Punch se lleva la palma como la gran profesora y a la vez malvada enemiga de Elizabeth, es la que más convence en su papel. Justin Timberlake se queda soso, adecuado a su personaje, bastante rarito -impagable la escena de sexo que se marca con Díaz-, y Jason Segel está muy desaprovechado. Por la parte que le toca a la rubia, se dedica más a soltar tacos y lucir palmito que otra cosa.

Y respecto al director, John Michael Higgins le da vida y consigue que veamos a un director rarito, acorde al instituto en el que nos encontramos. Nos creemos que pueda ser así, con su obsesión por los delfines y su presunción de inocencia siempre por delante.

La historia se queda coja cuando se hacen alusiones a un hecho del pasado de uno de los personajes pero nunca se llega a saber qué es, uno al menos se queda con la curiosidad después de que lo nombren varias veces, pero no es algo que se nos resuelva, así que nos quedamos con las ganas de saber lo que ocurre.

Básicamente, lo que demuestra la película es que no todas las historias tienen que tener moraleja. Sí que hay ciertos cambios de actitud, pero realmente no hay un aprendizaje detrás de todo que haga visible una evolución notable. Pero para ser una comedia ligera, tampoco necesitamos más.

Útil para desconectar, pero poco más.