Revista Cine

En profundidad: Blackthorn. Sin destino

Publicado el 01 julio 2011 por Pilarm

En profundidad: Blackthorn. Sin destino

FICHA TÉCNICA

Dirección: Mateo Gil

Guión: Miguel Barros

Producción: Andrés Santana, Ibon Cormenzana, Jerôme Vidal, Paolo Agazzi

Dirección de fotografía: J. A. Ruiz Anchía

Música: Lucio Godoy

Director de producción: Andrés Santana

Director de arte: Juan Pedro de Gaspar

Sonido directo: Daniel Fontrodona

Diseño y montaje de sonido: Fabiola Ordoyo

Montaje: David Gallart

Vestuario: Clara Bilbao

Maquillaje: Ana López-Puigcerver

Peluquería: Belén López-Puigcerver

Efectos especiales: Reyes Abades

FICHA ARTÍSTICA

James Blackthorn: Sam Shepard

Eduardo Apocada: Eduardo Noriega

Mackinley: Stephen Rea

Yana: Magaly Solier

James joven: Nicolak Coster-Waldau

Sundance: Padraic Delaney

Etta: Dominique McElligott

Argumento:

Tras haber huido de Estados Unidos, el legendario forajido Butch Cassidy murió en Bolivia en 1908, tiroteado junto a su amigo Sundance Kid. Esto es lo que dice la versión oficial. Pero lo cierto es que ha pasado veinte años escondido y ahora quiere volver a casa. Sin embargo, pronto encontrará en su camino a un joven ingeniero español que acaba de robar la mina en la que trabajaba y que pertenece al empresario más importante de Bolivia…

En profundidad: Blackthorn. Sin destino

Blackthorn es un western típico, aunque se sitúe en los años 20 y en Bolivia, la esencia está ahí, no solamente por los personajes, como un envejecido Butch Cassidy reconvertido en James Blackthorn, sino por los paisajes montañosos, desérticos e incluso el salar, sus persecuciones a caballo y sus ademanes.

Cierto que lo más destacable de la película es ver a Sam Shepard, auténtico en su papel y arrancándose a cantar, a Stephen Rea, con un papel pequeño pero con una reflexión a la espalda y a un Eduardo Noriega que tiene la dificultad de hacerle frente a Shepard, ya que comparte con él la mayor parte del metraje, pero el actor español supera la tarea y sale bien parado.

En profundidad: Blackthorn. Sin destino

Otro de los incentivos del film es la maravillosa fotografía que gasta. Contraluces, el salar -complicado sacar ese blanco realmente blanco, como pasa con la nieve-, los desiertos y esos planos generales con los jinetes… No es que en las distancias cortas esté peor, pero sí que es verdad que se disfruta más cuando los planos son más espectaculares.

La historia no es solamente un western de tiroteos y persecuciones, sino que también tiene un trasfondo de reflexión, de cambio. De las diferencias de época entre Blackthorn y Apodaca, y por tanto, las distintas mentalidades y razones para ser un forajido e ir robando dinero. Como el propio Mateo Gil dice, comprendemos a Blackthorn, pero nos parecemos más a Apodaca. Luego ya que cada uno haga sus símiles con el mundo moderno en el que nos encontramos.

En profundidad: Blackthorn. Sin destino

Vamos, que nos encontramos con un homenaje al western, con la coletilla de español, que no pretende reinventar el género pero tampoco sale mal parado.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista