En profundidad: El artista y la modelo

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Fernando Trueba

Guión: Fernando Trueba, Jean-Claude Carriere

Producción: Angelica Huete

Fotografía: Daniel Vilar

Montaje: Marta Velasco

FICHA ARTÍSTICA:

Marc Cros: Jean Rochefort

Mercè: Aida Folch

Léa: Claudia Cardinale

Werner: Götz Otto

María: Chus Lampreave

Argumento:

Verano de 1943. En un lugar de la Francia ocupada, no lejos de la frontera española, un viejo escultor de fama, cansado de la vida y de la locura de los hombres, reencuentra, gracias a la llegada de una joven española escapada de un campo de refugiados, el deseo de volver a trabajar y esculpir su última obra.

Mucho me temo que, por muchas buenas críticas que tenga El artista y la modelo, es el tipo de película que está condenada a la marginalidad. ¿Por qué? Es sencillo: está en blanco y negro, no tiene banda sonora y no hay una trama convencional que se pueda seguir. Con todo ello, es una de las mejores películas que he visto este año.

Una de mis profesoras de Hª del Arte siempre usaba diapositivas en blanco y negro para ilustrar la escultura en piedra y la arquitectura porque, según ella, la textura del blanco y el negro hace resaltar los volúmenes de una forma que el color no consigue. Y este es el efecto que tiene esta técnica en esta película . Las texturas, las luces y las sombras pasan al primer plano – el sol que entra por la ventana y baña el cuerpo desnudo de la modelo, los reflejos de la luz en el agua, la brisa entre las hojas de los árboles, etc…

La predominación del silencio nos salva de la manipulación emocional artificial a la que, generalmente, nos someten las bandas sonoras. En un estudio de escultura o pintura no hay más banda sonora que la respiración de las personas que se encuentran en la habitación y el sonido del carboncillo sobre el papel. La calma tensa que se produce entre la persona que posa y la que observa y apunta es embriagadora e hipnótica.

Y, aunque durante la película pasan cosas – el marco de la II Guerra Mundial invade la calma estática de la campiña francesa -, lo cierto es que esta película está pensada para ser observada de la misma forma que se observa una escultura en un museo, como un ejercicio de contemplación y reflexión, pero siempre desde la relajación y el disfrute. Nuestro artista, Marc Cros, nos marca las pautas, pero somos nosotros los que tenemos que hacer el trabajo.