En profundidad: El Bulli. Cooking in Progress

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Gereon Wetzel

Producción: Ingo Fliess

Fotografía: Josef Mayehofer

Montaje: Ana Pohl

FICHA ARTÍSTICA:

Ferran Andrià

Oriol Castro

Eduard Xatruch

Eugeni de Diego

Aitor Lozano

Argumento:

Ferran Adrià y su equipo han hecho del aforismo “creatividad es no copiar”, de Jacques Maximin, el lema de su quehacer diario. La película documental “El Bulli: Cooking in progress” es una estrecha mirada a esa búsqueda desde la experimentación inicial hasta el estreno del plato final.

La mayor parte de las veces el interés de un documental reside en el interés personal del espectador por el tema tratado en cuestión. Sin embargo, en ocasiones la calidad de la realización hace que este tipo de cintas traspasen la frontera de la especialización y se conviertan en clásicos. Cooking in Progress no llega a este nível, pero se queda bastante cerca.

En las casi dos horas que dura se nos muestra la preparación de una temporada en el restaurante más famoso del mundo. Durante 6 meses el local permanece cerrado, mientras el equipo de Ferran Adrià se dedica a la experimentación culinaria en busca de los platos que formarán parte del menú del restaurante durante los otros 6 meses del año.

Con una factura impecable, este documental nos muestra el proceso creativo desde sus inicios con especial atención a las formas, los colores y las texturas, ya que por desgracia en el cine no podemos degustar.

El mayor acierto de la película es la ruptura de mitos acerca de la cocina de vanguardia. El uso de la tecnología para cocinar es mucho menor de lo que la gente piensa, o el hecho de que “todo valga” también se tire por tierra porque como dice el propio Ferran, el 90% de los experimentos se desechan, y aunque este tipo de cocina se base en la imaginación y en potenciar el uso de combinaciones de sabores y texturas que se salgan de lo habitual, al final lo importante es que esté bueno.