FICHA TÉCNICA
Dirección: Christopher Nolan
Guion: Christopher Nolan, Jonathan Nolan, basado en una historia de Christopher Nolan, David S. Goyer, basada en los personajes de Bob Kane
Producción: Christopher Nolan, Charles Roven, Emma Thomas
Música: Hans Zimmer
Dirección de fotografía: Wally Pfister
Montaje: Lee Smith
Diseño de producción: Nathan Crowley
Vestuario: Lindy Hemming
FICHA ARTÍSTICA
Bruce Wayne/Batman: Christian Bale
Bane: Tom Hardy
James Gordon: Gary Oldman
Selina Kyle/Catwoman: Anne Hathaway
Lucius Fox: Morgan Freeman
Alfred: Michael Caine
Miranda Tate: Marion Cotillard
John Blake: Joseph Gordon-Levitt
Alcalde de Gotham: Nestor Carbonell
Holly Robinson: Juno Temple
Foley: Matthew Modine
Agente de operaciones especiales: Daniel Sunjata
Joven Ra’s Al Ghul: Josh Pence
Mercenario de Bane: Christopher Judge
Ben Mendelsohn
Argumento:
Han pasado ocho años desde que Batman desapareciera en la oscuridad, convirtiéndose, en ese instante, de héroe en fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte de D.A. Harvey Dent, el Caballero Oscuro lo sacrificó todo por lo que considera, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent.
Pero todo cambia con la llegada de una astuta gata ladrona, que lleva a cabo un misterioso plan. Sin embargo, es mucho más peligrosa la aparición en escena de Bane, un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad hacen que Bruce regrese de su autoimpuesto exilio. Pero a pesar de volver a ponerse el traje, es posible que Batman no sea suficiente para combatir a Bane.
Está claro que las expectativas en la tercera entrega de Batman están altas, sino por Nolan y su cierre de trilogía, al menos por toda la publicidad que han realizado para crear esa expectación, y si bien el director sabe lo que se hace, aquí pueden pasar dos cosas, o te encanta o te decepciona.
Visualmente no hay pegas, Nolan sabe cómo crear escenas de acción y hay mucha parafernalia en los momentos de acción, así que el espectáculo en ese sentido está asegurado. Sobre todo si a eso le añades un buen reparto en el que tenemos a un Bale en su línea -no dejará de ser algo perturbador la voz que utiliza cuando se pone la máscara, pero en fin-, por supuesto, Gary Oldman, Michael Caine y Morgan Freeman, tres veteranos con peso y unos personajes que se ciñen a ellos como un guante, y la sangre nueva: la señorita Hathaway, a la que lamento que no se le vea más en pantalla y que su personaje no esté más desarrollado, Gordon-Levitt, ese joven policía honrado y héroe involuntario y Tom Hardy, un Bane hormonado pero con bastante carisma, cosa que para un villano, normalmente suele sorprender -y no vamos a entrar en comparaciones con el Joker-.
Del resto del reparto, Marion Cotillard se queda un poco por detrás, su personaje no acaba de cuajar y desde luego pasará a la historia del cine por una escena, que no voy a desvelar cuál, pero espero que reconozcáis, porque no tiene desperdicio para mal. Juno Temple es anecdótica, su personaje aparece un par de veces sin mayor trascendencia, algo que no entendio del todo bien, porque da la sensación que bien podrían haber puesto a una desconocida y ahorrar algo de presupuesto.
Y tengo que reconocer que me encantó ver a Christopher Judge. Los que hayáis visto Stargate me comprenderéis el frikismo con este actor.
De la historia, poco se puede decir, porque realmente aunque tenemos el drama de que quieren aniquilar Gotham -esa ciudad maldita, aunque nadie lo diga, porque ya tiene mala suerte con los locos que viven allí-, queda casi en un segundo plano para pasar a la historia de pelea Bane vs Batman y ver quién es más fuerte, no sólo físicamente sino en espíritu. Una subtrama apenas desarrollada entre el hombre murciélago y Catwoman y poco más. El resto es todo espectáculo visual, aunque sin fuegos artificiales y sí mucho fuego cruzado, y eso es algo que se echa en falta, un guion más sólido, ya que lamentablemente hay momentos y sorpresas previsibles -la cara de Gary Oldman cuando descubre quién es Batman me encantó-. Pero desde luego que si eres fan de Nolan, poco te va a importar.
Aunque hay que agradecerle que si no has visto las dos anteriores no te encuentres muy perdido, ya que por medio de la historia se van recordando momentos de las entregas pasadas, algo que no ocurre siempre, y divertida la manera de criticar el sistema político y judicial, sobre todo encarnado por ese personaje del juez. Revolución, terrorismo… llámalo X, el caso es que aquí se pone en entredicho todo sistema moral en el pueblo llano, la policía e incluso en la ladronzuela de alto standing que es Selina Kyle.
La potente banda sonora, con esos coros e himnos repetitivos, y una fotografía destacable con ese toque oscuro que tiene toda la saga, aunque quizás es la que menos oscura sea de las tres, rematan el film y cierran el círculo, o eso es lo que nos han dicho, porque desde luego, da para más historias. Parece que tendremos Batman para rato, con o sin los hermanos Nolan, o al menos, sin Christopher. Eso sí, para futuras incursiones: por favor, un poquito menos de metraje no estaría mal, que tampoco esto es Titanic…